Opinión

Voces y ecos

Voces y ecos

Rafael Peralta Romero

Un símbolo de Miches

El Ayuntamiento de Miches tributó recientemente un reconocimiento al doctor Ramón Emilio Peralta Paredes, un eminente ciudadano que puede ser escogido como una de esas personas que los pueblos señalan como ícono o símbolo de identidad.

Imagínese usted a Miches en las primeras décadas del siglo pasado: sin energía eléctrica, sin carreteras, sin teléfono, sin liceo secundario, sin hospital e incluso sin parroquia. Era realmente una aldea escondida a la orilla del Atlántico. En ese entorno nació Milo Peralta Paredes el 7 noviembre de 1929.

Quien parecía destinado al comercio, la agricultura o la marinería, optó por ser profesional. Y específicamente médico, carrera de la que se invistió en la Universidad de Santo Domingo, hoy Autónoma. Luego viajó a México donde cursó la especialidad en pediatría en el Hospital Infantil.

Cursó la secundaria en la capital de la República, donde además practicó todos los esfuerzos demandados por las circunstancias para estudiar una profesión bajo la atmósfera de la dictadura de los Trujillo, en tiempos en los que los estudios superiores, en la única universidad, se reservaban a una élite.

A su regreso México se integró al ejercicio privado de su especialidad y a la labor social en Miches. Durante breve tiempo prestó servicios profesionales en el Departamento Médico de la Policía Nacional, institución en la que alcanzó el rango de capitán y abandonó por cuenta propia.

Está casado desde 1962 con Digna Mauricio, con quien ha procreado seis hijos: Ramón Emilio, médico; Ingrid Antonia, secretaria ejecutiva; Ana Emilia, médica lamentablemente fallecida; además Ramón Antonio, destacado en la pediatría, y Martha Digna, pintora y maestra de esa disciplina.

Resulta difícil hablar del doctor Peralta Paredes sin mencionar una institución fundada por los años noventa, de la cual fue el primer presidente y el guía durante varios años. Me refiero a la Fundación para la Defensa y Desarrollo de Miches.

Esta entidad originó un movimiento para denunciar los problemas de nuestro pueblo y señalar soluciones. Fue una alta expresión de la preocupación social de Milo Peralta.
A sus ochenta y ocho años, el doctor Ramón Emilio Peralta Paredes disfruta el sosiego que merece el hombre que vino al mundo a servir a los demás, que libró el combate que tenía que librar, y que preservó su ética y su honra, como profesional y como ciudadano.

Su digno ejercicio profesional y la familia procreada son las fuentes que alimentan su paz de espíritu, la mejor riqueza de que puede disfrutar una persona cuando arriba a la senectud. Por todo esto constituye un acto de justicia lo hecho con él por el Ayuntamiento de Miches.

El Nacional

La Voz de Todos