Opinión

VOCES Y ECOS

VOCES Y ECOS

Que retorne la paz a la UASD

El miércoles  pasado debió celebrarse en la Universidad Autónoma  una sesión del Claustro Menor que trataría  el otorgamiento de un doctorado honoris causa  al señor José Luís Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español. Para ese mismo  día  estaba programada  otra votación, esta vez  para  escoger las primeras autoridades de la facultad de Ciencias de la Educación, aprobada por los órganos correspondientes hace un promedio dedos años. Pero ese ejercicio institucional democrático  fue paralizado.

El miércoles en la tarde se produjo en la sede central una asamblea de profesores. Esta vez lo que se paralizó fue la docencia.  Los servidores universitarios reclaman un mejoramiento salarial para compensar las alzas descontroladas en bienes y servicios de consumo regular, que se  tornan  inalcanzables.

Parece que más de un elemento subyace en la crisis que ha brotado en las últimas semanas en  al menos cinco recintos de la UASD, entre ellos su sede principal en Santo Domingo, donde incluso fue detectado un “arsenal” que  no solo incluía  machetes y tirapiedras, sino metralletas, que no son cosas de muchachos.

La parálisis comenzó con el  Cursa-Santiago   donde estudiantes de medicina reclaman laboratorios indispensables para el estudio de esa delicada carrera, que no se imparte en ninguno de los catorce centros regionales. En Bonao, los estudiantes del Curce reclaman el equipamiento de los nuevos edificios construidos por el Estado y con los cuales el gobierno se ha hecho suficiente propaganda.

La agitación ha recorrido otros puntos y se estacionó en el  Curne, San Francisco de Macorís,  el Curso de Barahona,  y el Curno, en Mao, donde una asamblea de profesores suspendió la docencia el pasado fin de semana. Reclamos de estudiantes y profesores se han movido  de uno a otro recinto  para sustituir la paz por la perturbación.

 Engombe, otro campus uasdiano, ha sentido  también la mala atmósfera, esta vez movida por un órgano estatal.  La poderosa asociación de empleados  ha aceptado el desafío y organiza “un plan de lucha para reclamar los solares y propiedades que han sido arrebatados ilegalmente por el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales”.

Hay justeza en los reclamos.  Y tras ella se ocultan  jefes grupales  que no disponen de otro modo para  brillar. Ignoran que en estado de agitación una academia no puede dar lo que de ella se espera.

La UASD cuenta  en 2010 con el mismo  presupuesto  del año pasado.  Pero quienes  prefieren la parálisis no aceptan este argumento. Olvidan que la academia necesita trabajar en paz.

El Nacional

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