Opinión

Voces y ecos

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Barrilito y soberbia

El presidente del Senado defiende con pasión digna de mejor causa la repartición de cerca de 20 millones de pesos por mes para que los senadores hagan política de asistencialismo. Tanto molesta a Reinaldo Pared Pérez que se hable de este asunto, que asestó un pescozón verbal a un humilde reportero, solo por preguntar acerca de la referida repartición de fondos públicos. En forma muy airada lo tildó de “irrespetuoso”.

Como le guardo consideración y aprecio a Reinaldo, me permito aconsejarle que nunca pelee con alguien de peso inferior al suyo, porque entonces la victoria no tiene méritos. En el juego de gallo se usa el verbo “salir” para referirse a ejemplares que por  similitud de peso, pueden competir.

Por las posiciones que ocupa,  Pared Pérez no sale con un reportero, más bien sale con un director de diario. Por ejemplo con Rafael Molina Morillo, quien ha tenido el “irrespeto” de llamar “indecencia” al barrilote. “Lo peor de todo es que no les da ni pizca de vergüenza. Por el contrario, tienen el descaro…de salir en los medios para justificar esa caprichosa apropiación del dinero público…”

 Juan Bolívar Díaz, director de Teleantillas, precedió en el “irrespeto”, pues en artículo del 4 de agosto 2007 en Hoy incluye un cuadro revelador de lo que recibe por mes cada senador. Ahí se aprecia que algunos perciben el equivalente al sueldo de 39 médicos especialistas del sector público.

El documento de Juan Bolívar  ha servido de base  a muchos que escriben en el ciberespacio, por lo que se trata de un “irrespetuoso” amplificado en el mundo. Miguel Guerrero reúne peso para “salir” con  Pared, por lo que me gustaría que éste lo enfrente para defender su honor, ya que  Guerrero ha definido el barrilito como “una infamia” y un “uso maligno del presupuesto nacional”.

El presidente de la JCE es un competidor de similar categoría a Reinaldo, y aunque no es periodista, entra en la lista de grandes “irrespetuosos” que cuestionaban el uso de cerca de 400 millones por año sin rendir cuenta a nadie. El doctor Castaños Guzmán ha pedido que se retengan los fondos del barrilote a los legisladores que buscan la reelección, en razón de equidad. Pero el “irrespeto” de Castaños es un paño tibio, pues en realidad eso equivale a un ahorro.

Muchos han hablado del asunto, poniendo en entredicho la reputación de los honorables senadores. Por ejemplo, el editorialista de El Nacional ha sugerido “erradicar un privilegio que se considera inmoral e ilegal”.

El arzobispo  Nicolás López Rodríguez  también ha criticado la distribución privilegiada de fondos entre los senadores:  “La función del legislador es hacer leyes, no es hacer obra social”.   Reinaldo Pared dirá si se trata de otro “irrespetuoso”.

El Nacional

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