Opinión

Voces y ecos

Voces y ecos

Rafael Peralta Romero

Completas biografías

 

Realizadores cinematográficos extranjeros han anunciado la presentación de tres películas sobre la vida del famoso prostituto Porfirio Rubirosa. Un filme se estrenará la próxima semana y los otros serán exhibidos en octubre y noviembre de este año. Hay que presumir que la trilogía podrá cubrir la biografía completa de ese señor.

Dedicar tres largometrajes a narrar la vida de un individuo es como para suponer que se trata del fundador de una nación o de un líder que superó todo género de vicisitudes y aun así armó las estrategias precisas para llevar a su pueblo a un estado de justicia y paz tras derribar la opresión de que era víctima.

O quizá se trate de un misionero que de muy joven abandonó la comodidad citadina para internarse en selvas inhóspitas a coexistir con personas que viven por debajo de la condición humana, a quienes enseña a superar sus debilidades y a liberarse de la ignorancia, la peor esclavitud. Pero no es así, Rubirosa se destacó por su capacidad para la perversidad.

Acaso piensan los creadores de estas películas que sea grato a la conciencia dominicana que nos vengan a exaltar un sujeto vil cuya principal función en la vida fuera seducir mujeres adineradas o con poder político, como fue su enlace con una hija del dictador Rafael Trujillo, punto de partida para convertirse en agente del mal.

Si estas historias fílmicas incluirán todo lo que hizo el señor Rubirosa después que fuera captado para servir a la tiranía que azotó a República Dominicana durante tres décadas, me comprometo a verlas y recomendarlas. Si fuera así. Pero por las informaciones de que dispongo, creo predominará el interés comercial.

Contradice la intención lucrativa destacar que Rubirosa, boxeador fallido, militar sin formación, desarrolló aptitudes innatas que le permitieron ofrecer útiles servicios al dictador, que no al Estado dominicano. Disfrazado de diplomático sirvió como alicate de la dictadura para perseguir a opositores refugiados en el exilio.

Quisiera que al menos una de las tres piezas cuente la procedencia y el monto de los fondos que dilapidaba el famoso embaucador para darse la vida placentera que se regaló en Europa y otras áreas del mundo por donde anduvo. ¿O se limitarán estos filmes a resaltar la dotación viril del protagonista? Pero hay una ganancia.

La oportunidad para que historiadores, periodistas, feministas y los líderes religiosos se expresen, cada cual en su vertiente, contra la exaltación de este bandido, agente del crimen, depredador del erario y burlador del servicio diplomático. No necesitamos modelos de este tipo, por impropios y afrentosos. Queremos la biografía completa.

El Nacional

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