Opinión

¿Y los crímenes no íntimos?

¿Y los crímenes no íntimos?

Ha sido imposible que el Congreso dominicano entienda el concepto de feminicidio no íntimo, y la definición que se mantiene en el Código Penal en proceso de modificación, deja sin reconocer un porcentaje cada vez mayor de feminicidios que no se comenten en el ámbito doméstico y actualmente, existe preocupación alrededor de estas muertes violentas de mujeres en el escenario público,

Nuestra sociedad es patriarcal, con asesinatos de mujeres a manos de hombres que, en la mayoría de los casos, resultan feminicidios, es decir, hombres que matan mujeres por el hecho de ser mujeres, que matan por dominio, posesión, cosificación, celos, etc., usando la violencia como el medio de someter.

En el caso de nuestro país, la preocupación es alrededor de las estadísticas y la falta de un protocolo adecuado, sesgado al género y con enfoque en las mujeres y su realidad y la preocupación en los últimos 5 o 6 años, es por la manera de levantar los datos, la amplitud de escenarios que se presentan en el crimen de los feminicidios y la capacidad que se pueda tener para registrar estos cambios.

Para el período de enero 2010 a diciembre 2015, las estadísticas oficiales señalan un total de 569 feminicidios íntimos, para una media de 114 por año. Y para el mismo período, las cifras aportadas, dicen que hay 612 feminicidios no íntimos, que engloban las muertes violentas y totales de mujeres, una media de 122.4 por año.

Los números más altos de estos 612 feminicidios ejecutados fuera del ámbito doméstico, se refieren como: Pasionales, 165; Riñas Personales, 148; Indeterminados y Desconocidos, 116; por Violación Sexual 29; Accidentales 23; y otros, pudiendo deducirse que, en nuestro país, al año, llegamos, a la media de 200 muertes de mujeres, por ser mujeres.

Cuál es el interés en determinar cuántas dominicanas realmente son asesinadas por ser mujeres? El interés político de nombrar las cosas como son, dimensionar la magnitud de una especie de “generocidio” establecido, para crear las estrategias de prevención y a reconocer los niveles de violencia machista en nuestra sociedad, algo que en todos estos años no hemos logrado.

Eso implica mayor empeño financiero y emocional del Estado en la preparación de un desmonte cultural que nos mejore.

Se trata de saber y reconocer, que la violencia es responsabilidad de la masculinidad creada como modelo del dominicano y que solamente podrá contenerse, cuando los hombres en esta país, lo reconozcan y corrijan.

El Nacional

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