(II)
Cuando el Hoy del 12 de agosto del 2016, publicó que los Fiscales Adjuntos de la DNCD, iniciativa de la Fiscal Yeni Berenice, habían logrado un total de 29 sentencias condenatorias de un total de 33 expedientes, todos nos alegramos. ¡Por fin! Después de la DICAM, la DNCD parecía estar haciendo su trabajo.
Lo que nadie hizo fue molestarse en revisar los expedientes para verificar la justicia o injusticia de los casos, como voy a hacer con referencia al caso 02727, 6867, 4111, de Juan Antonio Jiménez, un trabajador en mi casa, de cuya honestidad tanto Fidelio Despradel como yo, fuimos a dar fe, a no aval y hoy por fin se encuentra libre después de un vía crucis de seis meses en La Victoria, que narraré en otros artículos.
1.-Repito, Juan Antonio se encontraba esperando una guagua para ir a su casa en Los Alcarrizos, en la 27 próximo a la Abreu, cuando llegó una unidad de la DNCD e hizo un operativo. Lo metieron en un callejón de la calle Guapi, lo cuestionaron y luego trataron de sustraerle de los bolsillos doscientos pesos que le había dado su hermano para el transporte. Protestó, como era lógico, lo amarraron, lo llevaron a la DNCD y lo dejaron hasta el otro día sin explicarle porque lo arrestaron.
2.-De acuerdo al Código Procesal Penal, tenía que ser interrogado y luego firmar una declaración, resultado del interrogatorio. Todavía al otro día en la mañana Juan Antonio no había sido informado ni siquiera de porque estaba arrestado ni se habían seguido ninguno de los procedimientos.
3.-Lo curioso es que el mismo agente que lo arrestó, es quien firma el expediente, condenándolo por la posesión de 12.96 gramos de crack: Adonis Nova, cedula 224-0069771-4, cuya letra evidencia el nivel educativo, y aunque afirma que el acusado no firmó el expediente (porque nunca se lo mostraron), el juez no dudó en enviarlo a La Victoria.
4.-Ahí es que me entero de que fue la fiscal Berenice la de la idea de que quien arresta pueda ser Fiscal Adjunto, lo cual despoja al ciudadano de toda posibilidad de que se verifique su caso, al igual de una serie de presupuestos que serían loables si se contara con la honestidad de los agentes. Uno de ellos es que la Junta de Vecinos testifique sobre la calidad moral del imputado, ¿pero cómo va a testificar si la dirección que aporta la DNCD es falsa?
5.-El clímax de la aberración es que para que lo liberaran Juan se tuvo que declarar culpable, y por los próximos cinco años ir cada mes la Fiscalía. Y todo por la ¿ingenuidad? de Yeni, frente al tigueraje de la DNCD.
