¿Qué Pasa?

Yo mismo le dije: “Vete, esta es tu oportunidad”

Yo mismo le dije: “Vete,  esta es tu oportunidad”

RUBBY PEREZ

En los finales de los 70 y principios de los 80 estaba el Hotel Gran Bahía que quedaba al principio de la avenida Fernández Juncos, cerca del puerto de San Juan, llegaron a hospedarse durante mucho tiempo los grupos de Jhonny Ventura, Wilfrido Vargas y Los Hijos del Rey.

El lugar se convertía en un abejero lleno de mujeres, siempre que una o dos de las orquestas estaban en labor (tocando) las supuestas “amiguitas” de algunos de ellos se tiraban hambrientas detrás de los otros que quedaban en la habitación.

Esto dio pie al fenómeno de que cuando estas orquestas volvían a Santo Domingo y se celebraba el Festival del Merengue, por ejemplo, ellas siempre venían y ni cortas ni perezosas sacaban su pasaje para venir detrás de ellos a bailar a la tierra del merengue. Eso hizo que viniera más gente y se creara un puente aéreo y el festival ganó mucho más fuerza.

Es lógico suponer que ellos eran los que más alababan las mujeres.
En la peculiaridad de las habitaciones del hotel la mayoría de estas mujeres, aparte de la cama tenían un kitchening y usted podía cocinar en ella y darse sus tragos junto a las o los acompañantes.

Vivía en el sexto piso y casi frente a mi habitación, para cosas del destino, estaba el hijo de “Tres Patines”, mejor conocido como Pucho, quien tenía muchos años viviendo ahí y se daba un jumo todos los días.

Una señora, que no recuerdo su nombre, de origen cubano, escribía para telenovelas. Un día Wilfrido Vargas me pidió que le prestara a Rubby Pérez para cubrir un espacio de un cantante que se encontraba en Honduras visitando sus familiares.

Fue ahí donde Wilfrido quedó encantado con la voz de Rubby y le hizo una oferta de mucho más dinero y mejor que yo.

Rubby, como es lógico, no se podía rehusar. Yo mismo le dije: “Esta es tu oportunidad, te conviene, véte”.

Exactamente en esos años fue que apareció Frankie Ruiz a proponerme entrar a Los Hijos del Rey. Como afirme en el artículo anterior rehusé su oferta.

El Gran Bahía se había convertido en esos años en una vida tipo “Payton Place”, telenovela norteamericana que alcanzó fama en Estados Unidos y aquí también, por sus intrigas, amoríos, cuernos y demás.

El Nacional

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