DUMA, Siria, (AFP) – Los rebeldes sirios aceptaron este domingo abandonar la ciudad de Duma, el último bastión insurgente de Guta Oriental, cerca de Damasco, tras llegar a un acuerdo con emisarios rusos, anunció el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Las fuerzas rebeldes no confirmaron por el momento el acuerdo, pero el diario progubernamental sirio Al Watan, afirmó, citando fuentes diplomáticas, que los rebeldes dejarán las armas pesadas y abandonarán Duma hacia regiones del norte de Siria controladas por los insurgentes.
Según el OSDH, el acuerdo final entre Jaish Al Islam y Rusia prevé que los rebeldes y sus familias, así como los civiles que lo deseen, sean evacuados hacia territorios insurgentes en la provincia de Alepo (norte).
«La policía militar rusa entrará en la ciudad», explicó el OSDH, que dispone de una amplia rede de fuentes en Siria. Coincidiendo con el anuncio del acuerdo, en el Vaticano, el papa Francisco pidió este domingo en su mensaje Urbi et Orbi de Pascua que se ponga fin «inmediatamente al exterminio» en Siria y «se respete el derecho humanitario» para permitir el acceso a la ayuda.
El acuerdo sobre Duma es similar a otros dos acuerdos anteriores auspiciados por Rusia con sendos grupos rebeldes que ya abandonaron los territorios bajo su control en Guta.
Las evacuaciones ya están teniendo lugar en Duma, sobre todo de civiles enfermos o heridos, pero también de familias de combatientes rebeldes de la facción Faylaq Al Rahman, minoritaria en este enclave controlado por Yaish Al Islam Estos evacuados se dirigen hacia la provincia de Idlib, en el noroeste del país.
Los medios estatales sirios anunciaron también «la salida de un cierto número de terroristas de Faylaq Al Rahman de la ciudad de Duma». El régimen califica a los rebeldes de «terroristas».
Al comienzo de la mañana, el OSDH había informado de un primer acuerdo parcial para evacuar a los civiles de Duma y de negociaciones tendiente a un acuerdo total.
Tras la evacuación de Duma, el gobierno sirio tomará el control total de Guta Oriental, lo que representa un éxito militar y político de gran magnitud para el régimen del presidente Bashar al Asad.
Tras los intensos ataques que dejaron 1.600 civiles muertos en cinco semanas, dos de los tres grupos insurgentes que todavía estaban en esta región abandonaron sus posiciones. Más de 45.000 rebeldes y civiles se han ido de Guta en diez días, indicó el OSDH.
La ciudad de Duma, en Guta Oriental, es el último bastión de esta zona, en manos del grupo Jaish Al Islam, pero ha sufrido numerosos bombardeos y un asedio continuo desde hace tres años.
Según Rami Abdel Rahman, director del OSDH, el acuerdo parcial de este domingo permitió la evacuación de unas 1.300 personas.
– «Un clavo en el ataúd»
«El problema con Jaish Al Islam es que se trata de una organización importante, homogénea, bien organizada, pero que no se lleva bien con los demás grupos. Para ellos será muy complicado irse», explica Thomas Pierret, especialista de Siria en la universidad de Edimburgo.
El sábado el régimen sirio prometió seguir con los combates para retomar el último bastión insurgente. Para hacer presión, las fuerzas progubernamentales consolidaron su presencia alrededor de Duma.
«La victoria en Guta es un clavo en el ataúd de los terroristas», dijo el sábado a la televisión de estado un oficial del ejército sirio desplegado en la región. Guta fue una de las primeras zonas donde hubo manifestaciones contra el régimen en 2011. En los últimos días miles de habitantes de Duma huyeron hacia zonas bajo control del régimen, transitando por corredores abiertos por el ejército sirio.
«Claro que no quiero irme, ¡aquí ya no hay casas! Pero no quiero irme a una región en manos del régimen, quiero ir a Idlib», dijo a la AFP un habitante de Duma, Abu Rateb, de 30 años. Gracias al apoyo militar ruso, el régimen de Damasco ha podido cambiar el rumbo de la guerra y multiplicar sus victorias frente a los rebeldes y a los yihadistas hasta reconquistar más de la mitad del país.