Por Luis Torres de la Llosa
NUEVA YORK, (AFP). – Los cuatro hombres detenidos el miércoles cuando intentaban realizar un atentado terrorista contra dos sinagogas en Nueva York eran «criminales importantes» que querían «hacer la Yihad» y causar «daños significativos», dijo este jueves el comisionado de policía, Raymond Kelly.
«Querían matar gente, querían causar daños significativos», dijo Kelly en una rueda de prensa cerca de la sinagoga y el centro judío de Riverdale, en el Bronx, donde los cuatro individuos fueron detenidos el miércoles mientras intentaban colocar lo que creían ser explosivos.
La policía de Nueva York, agregó el alcalde Michael Bloomberg, que también participó en la conferencia de prensa, «ha evitado lo que podría haber sido un terrible acontecimiento».
Según Kelly, eran «criminales importantes» y «todos tenían antecedentes penales», especialmente el presunto cabecilla del grupo, James Cromitie, un estadounidense de 53 años que ya había sido detenido 27 veces.
Los otros miembros del grupo, de menor edad que Cromitie, fueron identificados como estadounidenses David Williams y Onta Williams y el haitiano Laguerre Payen , todos ellos de confesión musulmana.
«Declararon que querían hacer la Yihad», dijo Kelly. «Hicieron declaraciones muy antisemitas». Dijeron que «estaba bien si mataban a judíos» en los atentados, aseguró el comisionado de policía de Nueva York.
El representante Peter King (Nueva York) indicó que los cuatro individuos, que según las autoridades usaban «alias» o apodos en árabe, se habían convertido al Islam en la cárcel.
Según Kelly, actuaron solos, sin complicidad desde el exterior ni conexiones con el terrorismo internacional. «No había ningún otro individuo involucrado», dijo el comisionado.
Todos fueron inculpados con cargos de conspiración para detonar una bomba cerca de la sinagoga de Riverdale y el centro judío vecino, también dotado de un templo.
Fueron además inculpados de planear disparar contra aviones militares en una base aérea del aeropuerto Stewart de Newburgh, localidad donde residían al norte de Nueva York, con misiles tierra-aire de tipo Stinger.
Los sospechosos cayeron en una trampa tendida desde el año pasado por las autoridades a través de un informante hasta el miércoles en que fueron detenidos, indicó la fiscalía del distrito sur de Nueva York en un comunicado.
Kelly relató la emboscada durante la cual los cuatro individuos munidos de lo que creían ser explosivos –suministrados por el informante del FBI que los había infiltrado desde hace un año– fueron detenidos la noche del miércoles.
Tras colocar las supuestas bombas en vehículos cerca de los objetivos judíos, los cuatro sospechosos regresaron a una camioneta y allí fueron abordados y detenidos por las fuerzas del orden que los vigilaban.
«Sacaron a los individuos fuera del vehículo y los arrestaron», relató Kelly. Los cuatro comparecerán el jueves ante un tribunal de White Plains, al norte de Nueva York, y podrían recibir entre 25 años de cárcel y cadena perpetua si son declarados culpables.
En el operativo de Riverdale participaron numerosos efectivos y vehículos policiales, incluyendo camiones, y duró aproximadamente unos 25 minutos.
Kelly insistió en que los «explosivos» eran en realidad material «totalmente desactivado por el FBI» que «no representaba peligro para nadie».
En junio de 2008, Cromitie habría entrado en contacto con quien resultó ser el informante del FBI y le explicó que sus padres habían vivido en Afganistán y que quería «hacerle algo a Estados Unidos», sumarse a la organización Jaish-e-Mohammed (basada en Pakistán y considerada como terrorista por EEUU) y morir como un mártir de la Yihad «para ir al paraíso».
A partir de octubre pasado el informante comenzó a reunirse con los cuatro sospechosos en una casa de Newburgh, donde el FBI había montado un dispositivo secreto de video y audio que registró todos los encuentros.
En las reuniones hablaron de los planes para atacar los objetivos en Nueva York y le solicitaron ayuda para conseguir misiles y explosivos.
Los planes siguieron avanzando, con visitas de reconocimiento a los lugares escogidos. A principios de este mes, se trasladaron junto al informante a Stamford (Connecticut) donde les suministró un misil tierra-aire -en realidad desactivado- y explosivos plásticos de tipo C-4, «inertes» según la fiscalía.
El alcalde Bloomberg aseguró el jueves que tras el operativo se siente «aún más confiado que antes» por la seguridad de Nueva York, pero destacó la necesidad de permanecer en alerta.
Kelly indicó que la seguridad será reforzada en torno a la sinagoga. «Habrá presencia policial adicional en este lugar», dijo, mientras que en el resto de la ciudad «las cosas seguirán siendo como son».