Por Jay Deshmukh
TEHERÁN, (AFP).- El presidente Mahmud Ahmadinejad exigió el jueves que su homólogo estadounidense Barack Obama deje de «interferir» en los asuntos de Irán, donde las fuerzas de seguridad impiden desde hace tres días las protestas contra su reelección.
El candidato reformista Mir Hosein Musavi, principal figura del movimiento que pide la anulación de las elecciones del 12 de junio, lanzó por su lado un nuevo desafío a las autoridades de la República Islámica, al afirmar que no se dejará amilanar por las «amenazas» en su combate por «los derechos del pueblo iraní».
Musavi denunció también presiones para retirar su pedido de anulación de los comicios, que según los resultados oficiales Ahmadinejad ganó con el 63% de los votos, contra 34% para su principal rival.
Otro candidato, el reformista Mehdi Karubi, canceló una ceremonia de duelo por las víctimas de la represión, que dejó al menos 17 muertos y un centenar de heridos.
Según la prensa local, al menos 140 políticos, periodistas y universitarios han sido detenidos desde el inicio de las manifestaciones.
El ayatolá disidente Hosein Ali Montazeri advirtió sobre los riesgos de la política represiva, pues «si el pueblo no puede revindicar sus derechos legítimos (…), el aumento de la frustración podría destruir los cimientos de cualquier gobierno».
El miércoles la policía antidisturbios y la milicia islamista basij impidieron por segundo día consecutivo a varios centenares de personas reunirse frente al Parlamento, según un testigo.
Otro testigo indicó que vio a la policía cargar contra los transeúntes, que desaparecieron en las calles adyacentes, y algunos informaron haber oído disparos.
Los dirigentes de la República Islámica acusaron en los últimos días de los disturbios a los países occidentales, y en especial a Estados Unidos y Gran Bretaña.
Ahmadinejad volvió a la carga este jueves, instando a Obama a dejar de «interferir» en los asuntos de su país.
«Espero que usted (Obama) evite interferir en los asuntos iraníes y exprese arrepentimiento de tal forma que el pueblo iraní sea informado de ello», dijo el mandatario, citado por la agencia Fars.
Ahmadinejad afirmó que el lenguaje de Obama le recordaba al de su predecesor George W. Bush y que esto hacía peligrar la posibilidad de cualquier diálogo.
«¿Va a utilizar este lenguaje con Irán? Si ese es el caso, no habrá nada que hablar», añadió.
Estados Unidos e Irán rompieron relaciones diplomáticas en 1979.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero, Obama ha manifestado su deseo de reanudar el diálogo bilateral, pero la represión de las protestas postelectorales lo llevó a elevar el tono frente a los dirigentes de la República Islámica.
El embajador de Irán en Bruselas también reclamó este jueves a la UE que no «interfiera en los asuntos internos» de su país y alertó contra «medidas precipitadas» que podrían tener «consecuencias inconvenientes».
La crisis política iraní también será uno de los temas predominantes de la reunión de ministros Relaciones Exteriores del G8 (los siete más industrializados del mundo y Rusia) que se celebra el jueves por la noche en Trieste, Italia.
Pero Ahmadinejad también recibió muestras de apoyo.
Una cumbre de la Alianza Bolivariana para las Americas (ALBA, de la que forman parte Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Honduras), reunida el miércoles en Venezuela expresó en su declaración final su «respaldo a la revolución de Irán» y «al gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad» y rechazó «la injerencia externa» en el país asiático.
Qatar estimó el miércoles noche que los acontecimientos en Irán eran «un asunto interno» y que la estabilidad iraní era importante para todos los países del Golfo Arabo-Pérsico.