Opinión

Al día

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Morales Pérez y Almoina
1.- Los hechos.- Una precisión acerca de “Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista”, del historiador cubano Salvador E. Morales Pérez, 363 páginas, 2009. Volumen LXXIV, Archivo General de la Nación, con el apoyo de la Dirección de Aduanas.

 La precisión, alrededor de hechos de la estadía de José Almoina Mateos en el país, 1939-1947, y de parte de su “doble exilio” en México, de 1947 hasta su asesinato por sicarios del tirano Rafael Trujillo en 1960.

 A).- El escritor y profesor universitario llegó a Santo Domingo junto a un grupo de centenares de españoles tras la guerra civil 1936-1939.

 B).- Obtuvo trabajo como profesor en la Escuela de Derecho Diplomático de la secretaría de Relaciones Exteriores.

 C).- Fue “preceptor” del hijo mayor del tirano, Rafael Leonidas (Ramfis) Trujillo Martínez.

 D).- Durante dos años y hasta su salida del país en marzo de 1947, ocupó el puesto de secretario personal del tirano.

 E.- Ya en México, y bajo el seudónimo de Gregorio R. Bustamante, publicó en 1949 “Una satrapía en el Caribe”, denuncia de métodos sociopolíticos de la tiranía y aspectos personales de Trujillo, familiares y colaboradores.

 F).- Al año siguiente y en Buenos Aires, Argentina, publica “Yo fui secretario de Trujillo”, en la que narra sus dos años en el puesto, loa del tirano y su tiranía.

 Hasta aquí, hechos que no están supuestos a prestarse a especulación.

 En su obra, que nace del hallazgo fortuito en la cancillería venezolana de un documento confidencial que en 1947 Almoina hizo circular en las cancillerías  de México, Venezuela, Costa Rica y Cuba, Morales Pérez hilvana lo que pretende   una investigación objetiva acerca de la vida del español entre 1939 y su asesinato en 1960.

 El calificativo de pretensión obedece a que, pese a consultar fuentes en las cancillerías de esos países –no en la de México, porque sus documentos no fueron puestos a su alcance-, el historiador cubano centra sus comentarios y juicios en el testimonio y documentos personales dejados por Almoina a Helena, Leticia y Ulises Almoina Fidalgo, hijos; Yara Helena, José Miguel, Laura y Lety, nietos y Manuel y Gustavo Luis, yernos.

 Tal y como señaló el historiador Emilio Cordero Michel en la presentación de “Almoina, un exiliado…”, en la Academia de la Historia, Morales Pérez no sometió a crítica esa fuente que de manera esencial dirigiría su trabajo.

 Y así, la obra es una defensa de Almoina, a pesar de este párrafo, en la página 102:

 “Es curioso observar, cómo en torno a cada encomienda intelectual que se le confiara a José Almoina Mateos se teje una conjetura. Los testimonios conocidos quedan bajo sospecha. Ninguno de los intelectuales españoles que trabajaron en Santo Domingo ha sido objeto de tantas especulaciones. Aún queda mucho por someter a la crítica, por verificar del modo más profesional. Atenerse más a los datos y dejar a un lado el subjetivismo que impregna a casi toda la historiografía acerca de la dictadura”.

 Pero ¿cuantos de ellos fueron preceptores de Ramfis y secretarios personales de Trujillo?

El Nacional

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