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Al Sur de la Inocencia es nuevo lenguaje cine RD

Al Sur de la Inocencia es nuevo lenguaje  cine  RD

Héctor Manuel Valdez estrena con “Al Sur de la inocencia” un lenguaje cinematográfico fresco, nuevo, con un notable cuidado en los aspectos técnicos, particularmente en su fotografía, dirección de cámaras, resaltando la dominicanidad, como valor global con un agudo y creativo sentido del humor tanto en sus personajes centrales como en los roles secundarios, mostrando una paleta variada del carácter sueño, al que confiere un tratamiento global.

“Al Sur de la inocencia” representa con fuerza la tendencia a un cine profesional estructurado para ser vigente en cualquier pantalla del mundo, que otorga categoría de personaje al variado paisaje sureño, y se resuelve en una obra representativa y digna de sus talentos, pese a observaciones menores a su guión.

La intención de plantear el Sur con sus personajes populares, que incluyen desde un haitiano hermanado con los dominicanos, una pareja de niños campesinos que sorprenden con su aporte que pese a lo breve, dan la idea de un recurso histriónico bien gerenciado.
La gran protagonista técnico-artística es la fotografía que capta la belleza del Sur a un nivel que debía llamar la atención del Ministerio de Turismo, al tiempo de lograr escenas inolvidables sobre “lo dominicano” cuando sus siete personajes son captados de espaldas sobre una yola, hablando de las características del perfil de las comidas y bebidas de gran consumo. Esa escena representa la novedad de un código fílmico que establece un sello. Se nota excelencia en la post-.producción, sobre todo en su diseño de sonido.

Actoralmente, Cristian Álvarez, Sarah Jorge, sorprenden como figuras cinematográficas nuevas, mientras que la veteranía de Frank Perozo establece su sello.

Desde el guión se nota un desnivel entre el deseo que escribe Sarah Jorge de “bañarse desnuda” en Bahía de las Águilas como propósito de vida y hacerlo con traje de baño cuando se encuentra en ese destino.

La escena de fumar un pitillo la habríamos dejado en la sala de edición. Un proyecto de cine consistente, prometedor y con unos aportes que vislumbran los nuevos caminos que intenta recorrer la cinematografía nacional.