WASHINGTON, EE.UU, (AP).- Un día después de que el presidente Donald Trump dijo el miércoles que estaba listo para «enviar a los Federales» si Chicago no puede reducir la cifra de homicidios, el alcalde Rahm Emanuel emitió una advertencia contra el despliegue de la Guardia Nacional, ya que dañaría los esfuerzos para restablecer la confianza en la policía.
Trump no ofreció detalles sobre qué tipo de intervención federal estaba insinuando o si involucraría tropas, pero el alcalde advirtió que utilizar a las fuerzas militares podría empeorar las cosas.
«Estamos atravesando un proceso de revigorización de las patrullas de barrio, de reconstrucción de confianza entre la comunidad y la fuerza judicial», dijo el alcalde a reporteros. Enviar tropas «es contrario al espíritu de policías de comunidad».
Agregó que él recibe con gusto ayuda federal en el combate a «pandillas, armas de fuego y drogas».
Trump tuiteó el martes por la noche: «Si Chicago no resuelve la horrible «carnicería’ en curso, 228 tiroteos en 2017 con 42 muertes (24% más que en 2016), ímandaré a los Federales!».
Si el presidente estaba insinuando el uso de tropas federales, tal plan podría enfrentar obstáculos prácticos y constitucionales. Una ley que data de 1878 prohíbe el despliegue de tropas federales para realizar el trabajo de la policía local, con algunas inusuales excepciones.
En su campaña, Trump habló con regularidad sobre tener mano dura contra el crimen, y en ocasiones señaló a Chicago, que atravesaba un año en el cual la cifra de homicidios repuntó a 762, la mayor cantidad de asesinatos en la ciudad en casi dos décadas y más que en las ciudades de Nueva York y Los Ángeles juntas.
Hace menos de dos semanas, el Departamento de Justicia emitió un reporte que la policía de Chicago cometió violaciones a los derechos humanos durante años. La investigación fue iniciada después de la publicación de un video que mostró la muerte en 2014 de un adolescente negro que recibió 16 disparos de un policía blanco.
El Departamento de Justicia documentó casos en que los policías dispararon a gente que no representaba una amenaza y utilizaron armas aturdidoras por la sola razón de que las personas se negaban a acatar órdenes de los agentes.