“James (Wally) Breswter Jr.”
Mañana es 24 de Abril, 50 aniversario de nuestra Revolución. La enarboló como lo que “Pudo haber sido y no fue” y en determinados momentos de esta, mi ya avanzada existencia, es uno de mis valores intangibles, pero vengan a ver cómo cambian las cosas, tan simple que nunca olvidar que el motivo fundamental de esa gesta fue buscar la reposición del gobierno de mi maestro Juan Bosch, derrocado con el aval Estados Unidos, su presidente Kennedy o el Imperialismo; y tan solo cuatro días ha que los máximos dirigentes de su última creación política se sentaron a decidir el futuro de la nación, pero al margen de sus enseñanzas y poniendo por delante sus intereses particulares.
Y se impuso la reelección, de la mano del más poderoso hoy, y habrá reforma opóngase quien se oponga, y de ñapa será un “Clavo pasao” la reelección, pero sobre eso les regalaré en la próxima pedazos de un artículo nuestro de 2007.
En la misma onda discordante para una gran parte de los revolucionarios, izquierdistas y “cabezas calientes” de las previas cuatro décadas nos gusta Hillary para presidenta, Obama nos cae mejor a propósito del manejo de lo de Cuba, pero es el embajador norteamericano quien nos enamora, pues a pesar de su reconocida homosexualidad, nos ha resultado con más arrojo viril que sus predecesores, y acicateados por su última visita al Procurador Domínguez Brito nos obliga a reconocer su coherencia, y aunque seguimos ubicados a la izquierda, nos identificamos con Wally Brewster.
En esa andamos, creo, una parte de los que seguimos creyendo en el legado de Bosch, de los coroneles Fernández Domínguez, Caamaño, Montes Arache, de las trayectorias revolucionarias de Manolo Tavárez, Minerva Mirabal, Amín Abel, Narciso González, Amaury, Segarra, Guido Gil, Piky Lora y millares más que quisieron construir la nueva sociedad. Sé que es amarga la realidad que presentamos, pero ¿quién se atreve a desmentir al transido autor de “algo más que salud”?