Modernidad vs tradición
A Jorge Puello Soriano in memoriam.
No podemos negar la estrecha relación entre tecnificación y deshumanización de la salud en el mundo actual. En la década de los ochenta, cuando surgían los tomógrafos por la vía que fuesen y para beneficiar a quién sabe quién, en el Hospital de Traumatología “Dr. Darío Contreras” se compró uno que duró 12 años para ser instalado. En este período, sin que podamos citar una investigación al respecto, debieron morir centenares de personas por falta de suero, analgésicos, radiografías, jeringas, gasoil para la ambulancia, anestésicos y otras minucias más, y probablemente por no haberle diagnosticado a tiempo una patología seria.
Esto nos recuerda una conversación en la película “El Doctor”, cuando su protagonista, el Dr. Jack Mackee, interpretado por el actor William Hurt, escucha el lamento de June, una paciente afectada por un cáncer en la cabeza, en torno a que los médicos tardaron tres meses en diagnosticarle un tumor cerebral porque no le indicaron una tomografía, procurando ahorrarle gastos al Seguro Médico.
El Dr. Mackee le asegura que es cierto, explicándole que a ellos les ponen restricciones para indicar pruebas costosas.
¿Cuántos no perdieron la oportunidad de un diagnóstico a tiempo con el tomógrafo olvidado del Darío Contreras?
En nuestro país, abrumados por una atención en salud profundamente comercializada, este uso se hace antojadizamente: si aporta recursos, sobre todo en el paciente privado o aquellos afiliados de Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) muy ricas, donde la cobertura es ilimitada, se van a indicar alegremente, las más de las veces sin ser necesarios (alguien nos contó cómo en una clínica privada de nombradía se le practicó un escáner a un cadáver, tan solo para cobrárselo al seguro).
Altagracia Guzmán, en el momento que fue Secretaria de Estado de Salud en 1998, publicó un libro en el que decía: “La acelerada modernización de la tecnología ha reducido la participación directa del facultativo en la realización de una exhaustiva Historia Clínica y de un detallado examen físico”. (Este texto se tomó de la pagina 28 de mi libro de 201