Cuando el 22 de diciembre de 1997 fueron asesinados 45 indios tzotziles (4 mujeres embarazadas y 15 que no lo estaban, 8 hombres, 14 niñas y 4 niños), se trató de mermar, en la localidad de Acteal, la base de apoyo del Movimiento Zapatista de Liberación Nacional.
El gobierno del Partido Revolucionario Institucional, PRI, y los del Partido Acción Nacional, PAN, no son enemigos de quienes mataron a esos indios. No han procurado justicia, sólo han levantado falsas acusaciones contra aldeanos y han encubierto detalles. Pero el pueblo sabe que los cuerpos élites formados para enfrentar a la guerrilla zapatista y para otras labores de contrainsurgencia, ejecutaron esta matanza. Son culpables también los políticos que planifican el ejercicio de la coerción de clase.
Ellos tendrán que responder ahora por la masacre cometida el pasado martes en San Fernando, Tamaulipas. 72 indocumentados fueron asesinados por los Zetas. Es la muerte el oficio de quienes fueron entrenados como militares y educados como asesinos.
Los Zetas son un grupo integrado por desertores de las fuerzas especiales entrenadas por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, CIA, para combatir la insurgencia. Hay en el grupo también ex kaibiles, militares guatemaltecos preparados para la misma tarea.
Los Zetas utilizan trabajo forzado. Secuestran indocumentados para cobrar rescate y para usarlos en la venta de estupefacientes y para usarlos como carnada en la guerra que mantienen con ciertos carteles del narcotráfico.
Ex kaibiles guatemaltecos y ex militares de México, trabajan ahora en forma independente… Como asesinos, por supuesto. ¡Hijos de mala madre son, de la CIA! Aprovechan la ilegalidad con que el capitalismo marca a quienes carecen de recursos para ser inmigrantes deseados en los países ricos o para subsistir en los países pobres.
A los 72 hijos de este continente asesinados en México, se impone ahora identificarlos, y se hace inevitable llorar por ellos… Pero es preciso también gritar que la vida les fue arrancada por engendros de un sistema injusto, excluyente y criminal…