La delincuencia y la criminalidad que afectan al país se han traslado a los cementerios, en donde los vándalos no se limitan a la profanación de tumbas, sino también a asaltar y robar a las personas que visitan las tumbas de sus difuntos.
La situación fue hecha de conocimiento público ayer por la Fundación para el Rescate y Saneamiento de los Cementerios del País, durante una correspondencia envidada al director de El Nacional, Radhamés Gómez Pepín.
El presidente de la entidad, licenciado Leonardo Antonio Suero Ramos, sostuvo que la profanación de tumbas no es un caso exclusivo de los cementerios de la Máximo Gómez y el Cristo Redentor.
Declaró que la situación es mucho más grave, en razón de que los que visitan los camposantos están expuestos a robos, asaltos y violaciones sexuales.
Precisó que en el caso de los niños, los ladrones se llevan todo lo que significa objetos de valor, sin ningún tipo de intervención por parte de las autoridades.
Suero Ramos invitó a Gómez Pepín y a los demás interesados a sumarse a la jornada de labor que realiza a nivel nacional en procura del rescate de los cementerios del país.
Dijo que la situación de los cementerios se caracteriza por deterioros de sus infraestructuras, la inseguridad, la falta de iluminación, abundancia de maleza, presencia de escombros, basura, falta de vigilancia, calles en mal estado y otros problemas.