Opinión

¡Bienvenida al Siglo XIX!

¡Bienvenida al Siglo XIX!

Susi Pola

La R. Dominicana regresa al pasado, dándole la bienvenida a la mejor y más sólida doctrina de la Iglesia Católica de mediados de 1800, con la idea fundamental de que toda relación sexual debe ser en el marco de una relación matrimonial y procreativa, cuéstele a quien le cueste que, por supuesto, siempre es a la mujer.

Se trata de habilitar inmediatamente un Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición que bien podría tener su asiento en el Tribunal Constitucional dominicano por la semejanza de sus decisiones, aunque hay que aclarar que en la presente ocasión que nos devuelve al pasado, las autoridades se la pusieron fácil. De hecho, algunas personas estamos convencidas que el juego de procedimientos fue preparado y dispuesto en la avenencia de mantener en el engaño a las dominicanas que no existimos para las decisiones que implican nuestra propia vida en este país del Siglo XIX.

Han superado al Tribunal de la Inquisición con creces, porque aquel Santo Oficio al menos, solo castigada a las personas bautizadas católicas que entonces, eran todas y mujeres. Así que esperamos impacientes los primeros decretos de este renovado siglo XIX, para quitarnos cualquier documento que nos identifique como personas, para estar acorde con la decisión impuesta.

Todos estaban enterados y en complicidad daban brinquitos de alegría, la presidencia, los diputados, las iglesias siempre entendidas para el mal, los consultores jurídicos que ahora hablan, los leguleyos favorecidos generosamente para ¨aconsejar¨ las artimañas necesarias al procedimiento, para una vez, más engañar a sus madres, hermanas, hijas, queridas, y relacionadas.

Toda una estratagema para sabotear sus propias aprobaciones. (¡Eso explica tanta animación del purpurado para responder borricadas!).

La puñalada, presidente y compartes al mando, incluidos los jerarcas religiosos, no podía ser más trapera ni más alegórica en medio de los 16 días por el activismo contra la violencia, una burla que obliga, por lo menos, a que las dominicanas no olvidemos el agravio fácilmente.

Volvemos a morir por sentencia secular obligada, seguimos a merced de violadores sexuales, sean extraños o nuestros propios padres y familiares con licencia para embarazarnos cuando empezamos la vida, o cuando ya no la resistimos, no importa, es una sentencia dirigida por la insensatez del machismo consagrado.

Sigan patrocinando la vida de los fetos para ser indiferentes con la de los niños y las niñas que fueron paridos. Prosigan abortando a sus hijos e hijas engendrados sin decoro. Pero cada día de práctica doble moral, tendrán que mirarnos a la cara, ustedes…

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación