Moscú. EFE. El festival de cine musulmán de Kazán, único en su género en el mundo, celebra su quinta edición con una generosa ración de cintas rusas e iraníes, y «Body of lies» de Ridley Scott, con DiCaprio y Crowe de protagonistas, como principal atractivo. «Tras cinco años ya podemos decir que nos hemos convertido en tradición, aunque sigamos siendo el único festival del mundo dedicado exclusivamente al cine musulmán», señaló a Efe Zaúdi Mamírgov, director del certamen que se celebra en la capital de la república rusa de Tatarstán. Mamírgov destaca, no sin emoción, que cada año aumenta el interés internacional en el festival, cuyo presupuesto ronda el medio millón de dólares. «Hemos logrado lo que nos proponíamos.
El mundo comienza a ver que el término musulmán no es sinónimo de terrorista, sino de arte, ingenio y tolerancia», apunta.