Por un incidente casi similar al secuestro protagonizado por civiles haitianos contra el personal del consulado dominicano el pasado 2 de enero en Anse-a-Pitre, Haití, el 28 de abril de 1963 el entonces presidente Juan Bosch amenazó con mandar las Fuerzas Armadas a Puerto Príncipe y militarizó la frontera.
La amenaza surgió tras el cerco de la embajada dominicana en ese país por parte de policías haitianos que exigían la entrega de un militar suyo insurrecto.
Ante la acción reciente en el consulado, una afrenta igual o peor que la del 63, no ha habido reacción del Gobierno central, siquiera la Cancillería ha enviado una nota de protesta diplomática que busque una respuesta por parte del Gobierno haitiano que derive en detener esos actos.
El silencio de las autoridades dominicanas es interpretado como temor ante la presión a que ha sido sometida la nación por gobiernos y organismos internacionales.
Los plagiadores civiles haitianos armados reclamaban ante las autoridades dominicanas la liberación de dos pescadores haitianos, detenidos por la Armada de RD cuando pescaban, según se dijo, en forma ilegal en territorio dominicano.
La liberación del personal consular se logró tras una prolongada mediación pasadas las 6:00 de la tarde del pasado día 2 de este enero luego de las autoridades locales ceder en poner en libertad a los pescadores haitianos.
El episodio del 1963 inició cuando 19 de abril se descubre en Haití una conjura militar contra François Duvalier, encabezada por el teniente François Benoit.
Los conjurados atentaron contra la familia Duvalier asesinando al sargento Paulin Montrouis, chofer de los hijos del dictador hatiano, al cabo Morille Mirville, al sargento Luc Azor, y un miembro de los Tonton Macoute, Richemond Poteau. Los hijos de Duvalier resultaron ilesos.
La policía haitiana comenzó una intensa búsqueda de Francois Benoit, principal sospechoso del atentado. Los Tonton Macoute penetraron a la residencia del militar sublevado, y al no encontrarlo mataron a su padre, Joseph Benoit, a su madre, a un visitante y a las tres empleadas domésticas.
Los Tonton Macoute sospechaon que Benoit estaba en la embajada dominicana, por lo que la rodearon exigiendo la entrega del militar. Retiraron el cerco cuando Bosch amenazó con mandar fuerzas armadas contra ellos.
En un discurso por radio y televisión, el 28 de abril de 1963, el presidente Bosch dio un plazo de 24 horas o de lo contrario “le pondremos punto final con los medios que se hallan en nuestro alcance”.
“El pueblo dominicano sabe ya que la embajada y la cancillería de nuestro país han sido violadas por la policía haitiana, esa acción es una bofetada en la cara de la República Dominicana, una afrenta que nosotros no estamos dispuestos a pasar por alto”, dijo.
“Hemos sufrido con gran paciencia los ultrajes del Gobierno haitiano, pero esos ultrajes tienen que terminar ya de manera terminante”, reclamó el mandatario
Altas y bajas
Las relaciones con Haití han tenido sus altas y sus bajas después que España por el Tratado de Basilea (1795) cedió la colonia de Santo Domingo a Francia.
El área ahora conocida como la República Dominicana fue conquistada por los haitianos al mando de Toussaint L’Ouverture.
Luego Toussaint fue derrotado por los franceses, que invadieron Haití al mando del general Charles Victoire Emmanuel Leclerc. El comandante francés fue capaz durante un tiempo de resistir los ataques de Jean Jacques Dessalines, pero en 1808 el pueblo se rebeló y en 1809, con la ayuda de un escuadrón inglés, terminó el control francés de la ciudad de Santo Domingo. El dominio español se restableció.
En 1821 los habitantes criollos encabezados por José Núñez de Cáceres expulsaron al gobernador español, pero en 1822 el territorio fue reconquistado por los haitianos bajo Jean Pierre Boyer. Una revuelta estalló en 1844, los haitianos fueron derrotados, una Constitución fue promulgada, y una República fue establecida con Pedro Santana como presidente.
UN APUNTE
La OEA intervino
La Organización de Estados Americanos (OEA) intervino en el conflicto invocando poderes especiales para evitar que se produjeran las hostilidades. El emplazamiento del presidente Bosch provocó que Haití rompiera sus relaciones diplomáticas con la República Dominicana.