BRASILIA, 11 Abr 2013 (AFP) – El gobierno de Brasil regularizará la situación de los inmigrantes ilegales, principalmente haitianos, llegados en una ola inmigratoria al estado amazónico de Acre, fronterizo con Bolivia y Perú, anunció el miércoles el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.

Acre decretó «emergencia social» y pidió ayuda al gobierno ante una ola de inmigración ilegal, principalmente de Haití pero también de países africanos y asiáticos.

«En poco más de un mes ingresaron más de mil inmigrantes ilegales» por esa vía, explicó a la AFP el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Acre, Nilson Mourao.

«Hoy tenemos allí -en Acre- a personas que están en una situación irregular en Brasil, que no tienen cartera de trabajo, no tienen condiciones de supervivencia. El ministerio de Justicia, el del Trabajo, colaborarán, para que consigamos emitir los protocolos que autoricen a esos haitianos a tener visados en Brasil y al mismo tiempo se puedan emitir carteras (permisos) de trabajo para que puedan trabajar», dijo Cardozo en una breve declaración de prensa.

«Hay muchas empresas brasileñas que tienen interés en esa mano de obra. Vivimos en Brasil una situación de pleno empleo, entonces ellos puedan entrar en Brasil, trabajar, dentro de la necesidad de algunas empresas», siguió el responsable que recordó que Brasil tiene una tradición de recibir inmigrantes y respetar sus derechos.

El ministro, sin embargo, advirtió que Brasil aumentará el combate a la inmigración ilegal.

«Estamos discutiendo medidas que cohíban esa situación (…) Favorecer la entrada legal para que podamos implantar medidas contra coyotes y organizaciones criminales que se valen de esas personas y las dificultades que pasa Haití», dijo.

Una ola de inmigración a Brasil por esa ruta amazónica tuvo su auge a finales de 2010, y en unos meses ingresaron más de 4.300 haitianos, que fueron legalizados. Entonces, el gobierno llegó a un acuerdo con Haití para limitar el número de entradas a 100 por mes y legalizarlas.

La situación estuvo bajo control hasta hace un mes. Ahora, «más de mil inmigrantes ingresaron en el último mes, y no son solo haitianos, tenemos senegaleses, nigerianos, dominicanos, de Bangladesh, se ha convertido en una ruta internacional, controlada por coyotes», dijo el secretario de Acre.

Como consecuencia, hay 1.300 inmigrantes retenidos en un refugio con capacidad para 200 personas en la pequeña ciudad de Brasiléia. «Tenemos problemas de agua, espacio, enfermedades, nos preocupa mucho una posibilidad de epidemia en esas condiciones», explicó.

El gobierno enviará a Brasiléia un equipo de veinte personas, incluidos agentes de salud, para tratar de solucionar esa situación. En otra declaración a la estatal Agencia Brasil, el ministro indicó que plantea soluciones para los haitianos, pero que tendrá que estudiar la situación de las otras nacionalidades.

El gobernador de Acre, Tiano Viana, pidió la cooperación de los países vecinos, puertas de entrada de la ruta. La asesoría de prensa del ministerio de Exteriores brasileño informó a la AFP que ya existe una colaboración entre policías y autoridades de esos países vecinos para controlar ese tráfico de personas.

Brasil, una economía emergente que sacó a millones de la pobreza en la última década y que dirige el contingente militar de la fuerza de la ONU en Haití, se convirtió en un Eldorado para los haitianos tras el terremoto que devastó ese país.

«Nos ha sorprendido ahora la llegada de africanos. Yo hablé con los senegaleses, teníamos 53 anteayer y hoy ya son 70. Van a España, y de allí a Ecuador, y de Ecuador los coyotes los traen con los haitianos», explicó el secretario de Acre.