Cuatro manzanas famosas: con una manzana se ilustra el pasaje de Adán y Eva, expulsados del Paraíso por probar el fruto del árbol del conocimiento. El paraíso simboliza el estado de tranquilidad antes de hacer el mal, y la manzana la tentación. Sin embargo, la Biblia nunca habla de una manzana, eso fue un aporte muy posterior de la imaginación de la gente de la Edad Media.
El argumento más repetido es que el nombre en latín para el mal es malum y la palabra en latín para la manzana es también malum. Al traducirse el árbol del conocimiento del bien y el mal, la palabra mal podría se entendida como manzana.
La manzana de la discordia es una frase muy conocida. ¿Por qué una manzana y no una china o un guineo? El origen de esta frase está en la mitología griega. Habría una fiesta y entre los invitados no estaba Eris, la diosa de la discordia. Molesta, acudió a la fiesta. En cuanto llegó, entregó una manzana dorada a los invitados y les dijo que era un regalo para la diosa más bella del Olimpo. Las diosas, entre ellas Hera, Palas Atenea y Afrodita, comenzaron a pelear por la manzana. Hoy se dice que el mito lo provocó otra fruta, parecida a la ciruela.
Según las leyendas del siglo XIII, Guillermo Tell fue muy famoso por su puntería con la ballesta. Cierto día que paseaba con su hijo, rehusó inclinarse ante una petulante autoridad. Por la muestra de rebeldía el gobernador de Altdorf, Hermann Gessler, obligó a disparar su ballesta contra una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo, situado a 80 pasos de distancia. Si Tell acertaba sería librado de cargo. Pasó la prueba. Hoy, hay quienes dicen que no fue una manzana, sino un pomelo el fruto colocado sobre la cabeza del muchacho.
Mediante la caída de una manzana sobre la cabeza de Isaac Newton, éste dedujo la Ley de Gravitación Universal. Romántico, pero lo más seguro es que Newton vio repetidas veces caer frutas o semillas y dedujo lo que esas caídas significaban.