Opinión

Breve que te quiero breve

Breve que te quiero breve

Unidades de medida indefinida del dominicano: en el habla común decimos “Par de mujeres o un par de cervezas” aún sean 3 chicas o 5 frías. Decimos “Pila de problemas o Pila de gente”, sin esclarecer ningún monto específico con semejante apelativo de uso desmedido. En contraposición, un clásico de clásicos es “Pico”, como unidad no especificada de cierta cantidad, definida como porción de una suma de algo o una unidad de tiempo indeterminada, cuyo valor no se conoce o no importa. Pico fue por primera vez usada en el siglo XIV, por Pedro López de Ayala, con el verso “Cien jilgueros y pico”.

“Montón” se deriva de Montaña, aludiendo algo grande de una cosa. Curioso que el sustantivo “Viaje” haya adquirido una acepción de cantidad, con un “Viaje de cuartos”, por ejemplo. Que un sitio esté “Allí”, puede significar una cuadra o muchísimas cuadras, siendo esta la unidad de medida más exasperante del habla común. “Cuchumil” es un invento verbal sin espacio en el diccionario que sugiere mucho. La Popular y entrañable palabrita “Chin” es sinónimo de poquito, pero ¿cuánto? Eso es lo de menos.

Reguero es un vocablo que sugiere una cosa que se va derramando: “un reguero de sangre; unreguero de pólvora”, de allí su connotación con cantidad. Entre las unidades indefinidas del dominicano, un Tró y el “Mazo e’ gente son de lo más llamativas. No olvidemos que el lenguaje es un ente vivo, que respira, se transforma y se descompone de tanto salir de la boca de la gente. ¿Qué le parece?

El Nacional

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