El presidente de la Comisión de Control del Partido Revolucionario Dominicano, ingeniero Julio Maríñez, manifestó este miércoles que no pasan de ser ruido artificial los preparativos de convención del sector de Hipólito Mejía, porque esas decisiones son adoptadas por los altos organismos del partido y no por pretensiones grupales y mucho menos por los expulsados.
Sin embargo, dijo que las autoridades institucionales del PRD tienen tendidas alfombras de rosa para todos los compañeros interesados en participar en el proceso convencional y damos todas las garantías de respeto a sus espacios y a que se les cuenten sus votos.
Maríñez advirtió que las autoridades del partido, con su presidente Miguel Vargas a la cabeza, van a cumplir con el ideal de los fundadores, con su líder extraordinario que fue José Francisco Peña Gómez, y con las generaciones de dirigentes emergentes a las que le van a limpiar el camino rescatando el respeto, el orden y la fraternidad en el PRD.
El dirigente expresó que desde la Comisión de Control inició el proceso disciplinario que concluyó en la expulsión de Mejía y Bautista y la suspensión por dos años de Jorge Mera y Geanilda Vásquez como secretarios general y de organización, por su indisciplina y por promover el caos y la división en el parido y perdieron sus derechos adquiridos.
Ejercen presiones
Maríñez dijo que las presiones que hace el grupo capitaneado por Mejía para precipitar la celebración de la convención, sólo procurar que le sean levantadas sanciones impuestas en estricto cumplimiento de los estatutos y en respeto al debido proceso y preservación de sus derechos.
Especialmente Jorge Mera sabe que son los estatutos los que pautan el mes de febrero de 2014 como la fecha inicial para que sea celebrada la convención, subrayó.
Es así porque fue en septiembre de 2009 cuando el presidente del partido y las demás autoridades fueron elegidas en base al voto universal de la militancia y en febrero de 2014 cuando fueron proclamados en la Arena Deportiva de Santiago, expresó Maríñez.
Expresó que la condición de mayoría de la institucionalidad en el PRD quedó evidenciada cuando los insubordinados no pudieron hacer quórum en su reunión del 1 de junio, al no presentarse a la asamblea institucional para elegir la directiva del bloque de diputados, y al boicotear una reunión pacífica del Comité Ejecutivo Nacional el pasado 27 de enero.