Gracias
En principio tenía pensado dedicar, exclusivamente esta columna para agradecer a todas las personas que me mostraron su solidaridad en estos momentos críticos de mi vida. Sin embargo, aunque con el mismo objetivo, la dedicaré a expresar mi agradecimiento a Andrés Liberato, presidente del club Calero y toda su directiva, por el homenaje de que fuimos objeto.
Aunque nuestro ánimo no estaba –ni estará por mucho tiempo- para presentarme en estos tipos de ceremonias, y así se lo comunicamos a Andrés Liberato, fuimos allí como muestra de solidaridad, pues ha transcurrido poco tiempo del fallecimiento de mi madre, Hipólita Aurora Peña Troncoso (Doña Lola), pero no quisimos hacerle un desaire a este luchador por los deportes y la juventud, quien ha realizado un trabajo tesonero en contra de la corrupción, las drogas y el vicio.
Allí tuvimos la oportunidad de compartir con diferentes personalidades tanto de la vida, militar, deportiva, cultural, empresarial y religiosa, entre otras, que también recibieron sus reconocimientos. No puedo esconder mi respeto y admiración por las palabras pronunciadas por Andrés Liberato en las que describió la situación de calamidades por la cual están atravesando tanto las ligas como los propios clubes, debido a la falta de apoyo de los diferentes sectores que intervienen en la vida pública.
Con sobrada razón dijo que sin recursos económicos no se puede hacer un trabajo efectivo en la lucha contra la corrupción, las drogas y los vicios que tanto daño hacen a la juventud. Por igual, que sin la afluencia de recursos a las instituciones que trabajan a favor de los deportes a través de los atletas, todo esfuerzo es en vano, por lo cual expresó su disgusto por la apatía de las autoridades. Se lamentó de que las actividades en conmemoración del treinta aniversario del club Calero, debieran suspenderse por la falta de recursos.
Da pena que una institución como esta deba suspender sus actividades por falta de dinero, aunque entendiendo que el país está en crisis, pero para esto los diferentes sectores, deberían hacer una excepción. Estoy plenamente de acuerdo con lo que expresó Francisco Javier García de que “si no se ayuda a los clubes y las ligas, como es el caso del club Calero, estos no pueden realizar un trabajo efectivo de orientación en contra
de la corrupción y las drogas”. Será hasta la próxima, si Dios quiere. Pero recuerden: protejan los bosques y cuiden los ríos.
POR: Carlos Pena
