PEORIA, Arizona (Del Seattle Times) – Es natural preguntarse cómo le va a ir a Robinson Canó ahora que tiene 35 años. Es una edad de un atleta en la que el cuerpo comienza a mordisquear los regalos de otro mundo.

Entonces, probablemente haya muchos de ustedes que no creen que el segunda base de los Marineros va a producir estadísticas similares a las del año pasado. Y él espera que tengan razón, porque él quiere que estén mucho mejores.

«No quiero batear .280 con 23 jonrones», dijo Canó, citando sus números de la temporada pasada. «Quiero ser el mejor en el juego. Quiero ser el mejor jugador».

«Años del ocaso» en el béisbol es un término relativamente justo. Edgar Martinez bateó .322 con 29 jonrones a los 35, mientras que Adrian Beltré vio su caída total de jonrones recortarse en 14 a la misma edad. Randy Johnson ganó el segundo de su cinco premios Cy Young a los 36, mientras que Miguel Cabrera tuvo un WAR de -0.8 a los 34 la temporada pasada.

Por supuesto, Miggy sufrió problemas en la ingle, la espalda y la clavícula durante todo el año, pero ese tipo de lesiones tienden a molestar más a los jugadores mayores que a los más jóvenes.

Entonces, ¿qué podemos esperar de manera realista de Canó, cuyas dos temporadas menos productivas de la década se han producido en los últimos tres años?

El dirigente de los Marineros, Scott Servais, dijo que el ocho veces All-Star estará bien, aunque no esperarán que él diga algo diferente.

“El citó la manera detallada en que los jugadores cuidan sus cuerpos en estos días y el conocimiento que los veteranos han adquirido con el tiempo.

«Las habilidades físicas pueden disminuir, pero las capacidades mentales suben», dijo Servais. «No creo que veas chicos caerse del acantilado como solían hacerlo».

Canó se hizo eco de los pensamientos de su capataz y habló apasionadamente sobre los efectos -o la falta de ellos- que el Padre Tiempo ha tenido sobre él.

Él dice que se siente tan bien como siempre. Agrega que su comprensión del juego está en su punto más alto. Es casi como si él pensara que 35 es una edad en la que un jugador debería alcanzar su punto máximo.
«Cuando eres joven, quieres romper la pelota cada vez, pero cuando maduras aprendes a jugar», dijo Canó. «Creo que los muchachos se convierten en mejores bateadores cuando son mayores. No se trata de cuán duro haces el swing».

Canó señaló que, incluso en medio de una temporada espectacular, un bateador producirá cerca de 350 outs. Entonces, cuando falla en un elevado o cae haciendo swing, no lo ve como un fracaso sino algo inevitable.

«Somos humanos. No somos perfectos», dijo.

UN APUNTE

Con la edad se mejora
Cuando eres joven, quieres romper la pelota cada vez, pero cuando maduras aprendes a jugar», dijo Canó. «Creo que los muchachos se convierten en mejores bateadores cuando son mayores. No se trata de cuán duro haces el swing».