La televisión es el medio más importante, influyente, deliberante, amplio, masivo y manipulador de todos los medios que hay en los Estados Unidos de América.
En las décadas de los años ´30, ´40 y ´50 esa supremacía la tenía la radio, hasta tal punto que un gran estadista, Franklin Delano Roosevelt (4 veces electo presidente de los Estados Unidos), tuvo en las trasmisiones radiales un aliado eficaz para ser aupado en 1932, 1936, 1940 y 1944.
Si Franklin Delano Rooselvelt, el gran demócrata, puso las transmisiones de radio al servicio de campañas electorales, la televisión se estrenó como tal en la década de los años ´60, principalmente con el uso maravilloso que de ella hizo el carismático Mártir de Dallas John F. Kennedy.
Muchos especialistas consideran que el demócrata y católico (caso único) John Fitzgerald Kennedy ganó las elecciones de noviembre de 1960 al funesto republicano Richard Milhous Nixon en aquel célebre debate televisivo que tuvieron días antes de los comicios.
Es parecido a lo que algunos sostienen que sucedió cuando 3 días antes de las elecciones del 20 de diciembre de 1962 tuvieron un no menos célebre, para nosotros, debate el candidato del PRD Juan Bosch y el sacerdote jesuita Láutico García.
Esa TV USA tuvo gente influyente, como el tristemente célebre fascista Ed Sullivan, aquel del Ed Sullivan Show, donde el artista que se presentaba se pegaba y el político que él aupaba avanzaba mucho, así como descendían los que este chantajista atacaba.
Era un show televisivo supuestamente dedicado a la farándula, pero después se demostró, ya Sullivan en el infierno y junto a Walter Winchel, que era un espacio costeado por los organismos de seguridad del Estado para promover lo peor del ala derecha republicana.
Yo pienso, sin embargo, que la figura más trepidante y vista de la TV de los Estados Unidos es Johnny Carson, en aquel famoso programa The Tonigh Show donde este hombre fuera de serie era capaz de tener una audiencia cuyo record aumentaba todos los años.
Hoy, para no ir más lejos, están hombres como David Letterman y Jay Leno (un poco retirado) y mujeres como Oprah Winfrey, Ellen Degeneres y, entre otras, la Primera Dama de la TV Estado Unidense: Barbara Walter, también algo retirada.
Ahora bien, nadie en la TV ha tenido la influencia política, social y cultural que el formidable Walter Cronkite, el más admirado, respetado, querido y notable locutor, narrador, comentarista y analista de un nivel increíble.
A la edad de 93 años acaba de morir Walter Cronkite, la conciencia de los Estados Unidos, con permiso Gorge Vidal.