por: Anthony Perez Diaz
Anthony2x2@hotmail.com
Debo admitir que me sorprendió la reactualización de las aventuras de Captain America, ahora enfrentado al también casi invencible Soldado de Invierno. Pero que nadie se confunda: no se trata de la mejor película de acción de los últimos años ni tampoco de aquella ala que deba aplaudirse con delirio. El film sigue siendo una superproducción veraniega, convencional y extensa como dicta la norma, plena de acción y efectos visuales, pero eso sí, con al menos una virtud: su sentido del absurdo y la fantasía no apabullan y los personajes además, algo no tan usual, de acuerdo a los parámetros del género, demuestran tener cierta consistencia.
¿Qué más se puede pedir de una película cuyo fundamento proviene del paradigmático mundo creado por la casa Marvel? Los fanáticos de la saga estarán de pláceme con el film y los amantes del cine escapista en general lo disfrutarán por igual.
Aunque los hay en gran cantidad, Captain America no comienza repartiendo mamporros a un lado y hacia otro. Si algo se agradece de los realizadores del film es que estos se toman su tiempo en crear situaciones y generar suspenso.
Esta vez el enemigo está mucho más cerca de lo que Captain America y sus compinches (que incluyen a la Viuda Negra Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) y el Halcón Sam Wilson (Anthony Mackie); pudieran haber imaginado. Así que no solo la integridad de S.H.I.E.L.D está en juego a manos de un traidor con su propia agenda de destrucción, sino sobre todo la vida de millones de personas que pueden ser sin saberlo, un objetivo más en un juego diabólico.
En principio el film va de una sub trama a la siguiente sin que su norte quede firmemente establecido. Pero cuando esto sucede lo hace de forma fehaciente e impresionante. Obsérvese la secuencia en la que Nick Fury (Samuel L. Jackson) grita ordenes de desesperación a la computadora de su vehículo blindado mientras trata de escapar de un masivo ataque. La secuencia concluye con una persecución del más alto nivel.
Ya sabemos que esto es puro esquema y pura formula. Trillada y harto conocida, pero con un tono un tanto retro, el film captura la sensibilidad y ductilidad del comic, y lo traduce en una narrativa que se siente fresca y con renovado vigor.