El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo que no está de acuerdo con que soldados dominicanos vayan a Haití, por las diferencias que históricamente han mantenido ambos países, y planteó, que lo hagan otros países que no tengan los antecedentes históricos de haitianos y dominicanos.
El prelado católico llega al extremo de calificar la iniciativa de provocación en vista de que estos dos pueblos históricamente han mantenido sus problemas.
López Rodríguez coincidió con el jurista Vinicio Castillo Semán, quien consideró una locura el envío de soldados a Haití, para engrosar la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah).
López Rodríguez, Castillo Semán y otras personas consultadas fundamentan su oposición a la medida en las diferencias que históricamente han mantenido ambos países.
El cardenal formuló las declaraciones tras concluir una misa en la Catedral Primada de América con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos de la Niñez.
Para Castillo Semán, dirigente de la Fuerza Nacional Progresista(FNP), constituye una locura y un grave peligro el envío de 680 militares a Haití.
Mientras, el Ministerio de las Fuerzas Armadas mantiene un hermético silencio sobre la versión de que el primer grupo de soldados dominicanos que ingresaría a la MINUSTAH ya completó su entrenamiento y viajaría pronto al vecino país.
Sin embargo, el ex presidente Hipólito Mejía favorece el envío de militares dominicanas a colaborar con la paz en Haití, tras aclarar que los integrantes de ese comando militar no estarían en territorio haitiano como Ejército Nacional dominicano, sino como fuerza integrante de la Minustah.
República Dominicana fue el primer país en auxiliar a Haití luego del terremoto del 12 de enero, que destruyó virtualmente a ese país, lo que obligó a miles de haitianos a cambiar de actitud en cuanto a su aversión a los dominicanos.
El presidente Leonel Fernández confesó que recibió un tratamiento desconsiderado al viajar a ese país para entrevistarse con el presidente René Préval, aunque posteriormente los haitianos lo recibieron con alborozo, agradecidos por la solidaridad del mandatario, primero en tocar las puertas del presidente Préval para tenderle una mano solidaria.