Enhorabuena! Con José Ignacio Paliza y Carolina Mejía triunfa una generación de relevo, el PRM y, sobre todo, el país. El liderazgo político local ha registrado pocos cambios en los últimas décadas, y los producidos han resultado de la desaparición de dirigentes punteros, como Balaguer, Bosch y Peña Gómez. Ninguno preparó el terreno para dejar sus sustitutos, claramente definidos.

Luis Abinader e Hipólito Mejía tienen el mérito de propiciar esta renovación, vital para su crecimiento y alcanzar el poder en el 2020.

En los noveles dirigentes electos se proyectan cambios que trascienden el ámbito de su partido. Su destacada y activa presencia al frente de la primera fuerza opositora va modificar completamente la agenda de los demás partidos, incluyendo la del oficialista PLD, donde la dirigencia ha estado anquilosada desde la muerte de Bosch.

Enfrentar el poder, con todas las ventajas y mañas esto significa, requiere de una visión distinta a la que estamos acostumbrados, donde los aspectos éticos parecen carecer de importancia. Un ejército poderoso y numeroso, a decir de César, no se combate ni con las mismas armas, ni con más hombres, sino con tácticas inéditas.

La macropolítica, la de verdad y en serio, no se detiene en naderías, esas que muchas veces distraen o echan a perder los asuntos nodales. El fenómeno que vive el PRM representa un impulso cuyos resultados exponenciales veremos en pocos días. Quienes se resisten a este proceso o ignoran sus efectos o juegan el rol de caballos de Troya dentro del partido. Con o sin quererlo.

Así como la elección de Carolina y Paliza marca un antes y un después, también representa un enorme compromiso para ellos dos. Primero, tendrán que mostrarse magnánimos frente a los demás competidores, convocarlos a que se integren al trabajo político. Van a lidiar con una fuerza en construcción y con el desafío lectora que se aproxima. Escabrosa tarea. Tienen que superar, dentro del PRM, la falta de un amplio historial político.

Prueba fácil de superar con disposición y unidad. Al mayor reto lo encontraran fuera. Primero, convencer a los indecisos de su capacidad, coraje e inteligencia para enfrentar el poder al lado del candidato presidencial del PRM que competirá en el 2020.