Opinión

Carta de los lectores

Carta de los lectores

Central Romana

Señor director:

Parece que cuando  bautizaron a Alfy y Pepe Fanjul, al Papá se le ocurrió, sin que lo viera el cura de la parroquia, echarle al agua bendita un chin de guarapo de caña. Dicen que a esto se debe el éxito que, año tras años, el Central Romana rompe su propio record a nivel mundial en la producción de azúcar refino.

Claro está que el verdadero éxito se debe a la tradición azucarera de la familia que, al presente, son cinco generaciones aportando experiencia. Y a sus socios dominicanos, Martínez Lima y Papo Menéndez, que, día a día, imprimen su buen juicio al sudor de la brega que no cesa.

Los números son  elocuentes: la producción de azúcar refino  fue de 170,000 toneladas cortas en el año 2007; 175,000 en el 2008; 168,000 en el 2009; 170,000 en el 2010 y 181 mil 516  toneladas  en la zafra  2010-2011.

Además de los 631 millones que este año entregó en bonificación a sus empleados, el Central Romana hace grandes inversiones en salud, escuelas, alimentación y vivienda para sus obreros y empleados, que hacen posible que cada año la zafra record supere la anterior. Construye también una clínica de tres pisos para sus obreros que será dotada de los mas modernos equipos de salud.   

A poco de mi llegada a Santo Domingo, en 1962, supe de la importancia de la agroindustria azucarera. La exportación de azúcar, sobre todo a Estados Unidos, financió la estabilidad y  el desarrollo económico dominicano durante décadas.

El ilustre ciudadano Luis Julián Pérez, hoy difunto, me contó que fue enviado  por Trujillo a una cumbre azucarera en La Habana, en su intento por obtener para el país una mayor cuota de importación por parte de Estados Unidos con su elevado precio diferencial. Pero sin éxito. Me atreví a insinuarle al licenciado Julián Pérez, que mientras Trujillo compró “con sus métodos acostumbrados” de los ingenios azucareros de propiedad americana en Santo Domingo, en Cuba el 40% de la producción azucarera era propiedad de inversionistas estadounidenses.

Ese grupo era el mejor lobby azucarero, sin costo, con que contaba el dulce cubano para exportar a Estados Unidos a precio preferencial.

La vision y liderazgo de Alfy y Pepe Fanjul, les ha permitido colocarse al frente de un emporio  que no solo es de ellos ni de Central Romana Co., sino de República Dominicana.  

Atentamente,

Lic. Francisco Dorta-Duque

Santo Domingo

El Nacional

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