Señor director:
Parecía casi imposible calzarse los zapatos del licenciado Juan Hernández, ex director de Impuestos Internos, y quien ciertamente había transformado esa prestigiosa institución recaudadora, pero el nuevo incumbente, Guarocuya Félix, está realizando el milagro.
Los últimos datos suministrados por la DGII revelan que esa entidad gubernamental recaudó más de 46 mil millones de pesos en los primeros dos meses del año, lo que constituye una muestra irrefutable de la eficiencia, transparencia y confianza de su actual gerencia.
También los más de mil doscientos millones de pesos recaudados por concepto de la llamada amnistía fiscal hasta el 26 de febrero pasado, refuerzan los números de las metas que se había trazado la DGII, lo cual representa un comportamiento positivo para las finanzas públicas dominicanas.
El licenciado Guarocuya Félix, un funcionario íntegro y afable, pero que al igual que su antecesor Juan Hernández cobra con cariño, en sus primeros siete meses de gestión pasó la prueba y es de esperarse que consolide su gestión en términos de resultados.
De origen sureño como el presidente Danilo Medina, Guarocuya Félix es un profesional de altas calificaciones que a su paso por la administración pública ha dejado un buen legado, eliminando el mito o prejuicio de que en el sector oficial impera la corrupción, el dolo y la incompetencia a todos los niveles.
La designación de Guarocuya Félix en la Dirección de Impuestos Internos generó dudas y escepticismo, pero en muy poco tiempo tales temores se han despejado para bien del país y del propio gobierno que encabeza el licenciado Danilo Medina Sánchez, cuya gestión gubernamental depende mucho de las recaudaciones fiscales de la DGII.
Atentamente,
Miguel Pineda López.
Santo Domingo.
Aplausos
Señor director:
Cada quién busca el aplauso a su manera. Y parece que los legisladores nuestros, buscan el aplauso diciendo que se debe revisar el contrato con la Barrick Gold.
Ellos lo firmaron, ellos lo aprobaron, y ahora dicen que sería un insulto no revisarlo, porque ellos legislaron sin leer.
¿Es ese el concepto que ellos tienen de la función legislativa? ¿Por qué piensan que, ahora, hay que darles el aplauso que ellos no se han ganado? ¿Por qué no dicen que estaban borrachos de bienestar?
Atentamente,
Hugo Salvador.
Santo Domingo.