Desvergüenza y retroceso
Señor director:
Desvergüenza y retroceso es, que con el apoyo del Colegio Médico Dominicano y el silencio del ministerio de Salud Pública, miles de galenos cobren sin trabajar, mientras los servicios en los hospitales públicos donde van los pobres, están a punto de colapsar. Igualmente vergonzoso y retroceso es que de los aeropuertos dominicanos desaparezcan aviones que nunca se recuperan, y que con idéntico descaro se conozcan a los beneficiarios de la compra de los Super Tucano, en cuya operación se involucra un alto oficial militar y un senador de este país. ¿Por qué el ministro de Educación es tan eficiente en política e inauguración de aulas y tan deficiente en muchos otros temas inherentes y puntuales para mejorar la calidad de la Educación? ¿Donde están sus asesores?
Desvergüenza es, que Hipólito y Abinader no se pongan de acuerdo sin hacer ruido, después de tanta firmeza cabalgando juntos sin aparente ambición personal ni de grupos. Dos atropellos contra periodistas y camarógrafos, uno por Miguel y otro por Leonel, en una y otra intervinieron confesos delincuentes y bandoleros con la indiferencia de la policía presente. Dicen que en el segundo hecho está involucrado un diputado y un regidor. A propósito, el lenguaje de 5to. Patio, de boca del diputado Francisco Matos se difundió en el congreso, en el país y en el mundo. Siguen calientes lo legisladores. ¡Puro retroceso!
De un sorteo de lotería semanal, se ha pasado a sorteos diarios, con más bancas que colmados, kioscos y banqueros juntos, donde los pobres juegan por necesidad y pierden por obligación. Ellos apuestan a la suerte y se empobrecen cada vez más. El exceso de juegos de azar es una jugada aviesa de los gobernantes que lo han promovido y apoyado. Igual que Inespre, la Lotería Nacional solo sirve para politiquear y enriquecer a unos cuantos. Necio retroceso y desvergüenza
Desvergüenza y retroceso es, la especie de guerra fría que hay en República Dominicana con saldo de muertos y/o heridos casi diarios en cualquier rincón del territorio, cuyo balance total incluye la escalofriante tasa de 156 feminicidios en los primeros once meses del año 1014. Que se pretenda modificar el Código Laboral y con ello reducir o anular beneficios ya adquiridos en favor de los trabajadores, eso es retroceso y desvergüenza. Tal como se percibe, la politiquería de los partidos, practicada desde el gobierno ha beneficiado a un grupo grande, pero ha perjudicado a la mayoría de dominicanos y dominicanas.
Atentamente,
Lic. Santiago Martínez