No perdamos adentro
Señor director:
(y-2)
En definitiva, hacerles la vida imposible a los haitianos para obligarlos a que regresen a sus país o pongan orden en sus vidas. El gobierno les está dando la oportunidad de regularizarse. Ha invertido sumas millonarias que bien podrían usarse en otros renglones más productivos y aun así, malagradecidos como son, nos siguen desacreditando con falacias. Lo acaba de hacer el Embajador haitiano ante la OEA.
Es hora de que el gobierno comience a exigirles papeles de identidad a todo aquel que solicite un servicio del Estado. Ya sea este de salud, educación o de cualquier otra índole.
Por último, comenzar a solucionar, sin prisa pero sin pausa, el problema de vulnerabilidad de nuestras fronteras, la terrestre principalmente. El gobierno tiene un plan de construcción de carreteras. Continuemos ese plan acondicionando las vías que unen a Pepillo Salcedo con Pedernales, todas dentro de nuestro territorio.
A la vez que se construye un muro donde se levanten, cada ciertos tramos, puestos del Cuerpo Especializado para la Seguridad Fronteriza (CESFRONT) para comenzar a poner un poco de orden en esa parte del país.
Alrededor de esos puestos del CESFRONT, construir barrios como Boca de Cachón, para que nuestros soldados puedan vivir con dignidad y se sientan orgullosos e incentivados de ser los defensores de nuestra nacionalidad.
Es imperativo pasar de las palabras a los hechos. Estamos perdiendo la batalla afuera. ¡No podemos perderla adentro!
Atentamente,
Carlos McCoy
carlosmccoy@ymail.com
Distracción
Señor director:
Mientras se mantiene en el tapete la situación de enfrentamiento entre haitianos y dominicanos por el Plan de Regularización de Extranjeros, nos olvidamos de los continuos préstamos del Gobierno, de la crisis en el suministro de electricidad, y de los solapados aumentos en los precios de los alimentos que consumimos todos los días, y del alto costo de los útiles escolares..
También nos olvidamos de los aumentos de precios de los combustibles, de los desfalcos al Estado en las ventas de terrenos para construir escuelas, del oscuro negocio de las plantas eléctricas a carbón, y sabrá Dios de cuantas cosas más. !Que viva la Democracia!.
Atentamente,
Hortensia Pérez Paulino
Profesora, Don Gregorio
