Tránsito y peatones

Señor director:
Es de mucho interés que las autoridades de Educación junto a los maestros unan esfuerzos para orientar a los niños sobre como cruzar las calles con seguridad, sin exponer en riesgo su vida.
Una mañana me tocó ver una acción de un niño tratando de cruzar la avenida San Martín esquina Ortega y Gasset a las 8:35 a.m. cuando el semáforo peatonal estaba en rojo y el estudiante ignoró, imagino que por desconocimiento, esta señal del tránsito.

Cosa extraña, pero correspondió al chofer de una «voladora» increpar al menor sobre la manera incorrecta en que cruzó la peligrosa vía.

Así como este ejemplo, debe haber cientos de casos que ocurren a diario. A este mal le podemos agregar el problema de las aceras ocupadas por negocios de comida, gomeras, desabolladura y pintura de vehículos que obligan a los peatones bajar a las calles para poder transitar, poniendo más en peligro la vida de los transeúntes.

Recuerdo perfectamente que fue en esta misma intersección hace más de siete años que un chofer de una guagua “voladora” perdió el control del vehículo impactando a una mujer que esperaba cruzar la calle, dejándola sin vida al instante.

Entiendo que es tiempo de comenzar una campaña en las aulas con el objetivo de orientar a estos niños que desconocen por completo las señales de tránsito, de no poner atención a este llamado pudiéramos lamentar hechos como la pérdida de vidas inocentes cuando se disponen a usar el espacio público.

Si a los choferes de vehículos le es difícil aprender a respetar las señales de tránsito, pues tanto los padres, docentes y autoridades deben poner un granito de arena y adelantarse en términos de la educación vial para desde ya ir creando la responsabilidad y conciencia a nuestros niños, edad temprana para aprender asimilar las cosas correctas y las que no. Una de las soluciones al caos en el tránsito de la ciudad pudiera comenzar con la educación en las aulas, a fin de que en pocos años tengamos jóvenes y adolescentes con formación mínima en esta área.

Aunque en la actualidad todo luzca perdido, siempre debe brillar la luz de la esperanza, y como decía el escritor inglés Samuel Johnson “Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción”.

Atentamente,
Luis José Martínez

Periodista