Conducta dañina

En los últimos quince años, desde el Estado se ha venido practicando una conducta dañina desde los puestos públicos. Esa conducta se ha ido proliferando por todo el país, y han afiliado muchos nuevos socios a esa putrefacta modalidad.

Desde los estamentos del sector oficial la mayor incidencia de esa conducta dañina se manifiesta en acciones deshonestas ligadas a lo económico con prevaricación, extorsión, estafa, mafia, en general engaño.

La falta de ética y transparencia así como la complicidad y el contubernio, han facilitado el robo al estilo saqueo, hasta en las instituciones que una vez fueron consideradas sedes de honorables para la prestación de servicios como manda Dios, la Constitución y las leyes. Esas instituciones son ahora clubes de amigos al servicio del partido en el poder con el Comité Político a la cabeza.

La palabra ladrón dejó de ocasionar enojo y vergüenza, y en vez de agravio se la toman como elogio, principalmente dirigida a altos políticos y funcionarios acorazados de poder.

Suponemos que los miembros de la Academia de la Lengua de este país deben tener la palabra ladrón en un glosario de dicciones nuevas o a modificar para que sea reconocida y universalizada oficialmente en su nuevo sentido semántico, aunque la mayoría de dominicanos/as no lo asuma, por entender que el que coge lo ajeno sigue llamándose ladrón, aunque vistan saco y corbata y tengan guarda espaldas.

Estos males van en aumento debido a la rapidez con que adolescentes, jóvenes y hasta adultos que estos funcionarios políticos enseñan con una destreza didáctica tan efectiva que de primera lectura se aprenden la lección.

Casi todas las instituciones del Estado, centralizadas o no, han sido permeadas por esa conducta dañina que tan cara le ha salido a la población dominicana. Verifíquense los casos Emily y la engreída señora Marlín subdirectora de Pasaportes; el caso Quirinito y los funcionarios que involucra, Yime Zapata, presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos de la UASD quien pertenece a la facción del PLD, y encabeza un hecho delictivo en perjuicio de dos decenas de sus iguales de uasdianos, y Manuel Antonio Rivas, director de la OMSA, peledeista vinculado al asesinato del abogado Yuniol Ramírez.

Lic. Santiago Martínez