Opinión

Cartas de los lectores

Cartas de los lectores

Freno a delincuentes

Señor director:
Resulta innegable que en la República Dominicana hay un brote de violencia y criminalidad que mantiene en zozobra a todos los sectores, ricos y pobres. Los pillos no distinguen de clase al momento de desenfundar un arma de fuego y quitarle a la fuerza a un ciudadano lo que lleva encima, sean $20.00 pesos o un celular.

El humilde ciudadano que es objeto del atraco tiene suerte, si solo le llevan los $ 20.00 pesos, en la mayoría de los casos, también le arrancan la vida cruelmente.

Por fin, leí las declaraciones aparecida en algunos medios del ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, quien dijo que hay que prestar atención a la violencia surgida y continuar reforzando la seguridad ciudadana para preservar el buen clima de inversión en el país.

También lo hizo el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, asegurando que se está reforzando la labor de la Policía con más patrullas mixtas y vigilancia en los barrios. A este último, quiero advertirle, que también vigile a los policías podridos que hay dentro de la institución del orden para que las cosas salgan bien.

El fenómeno de la delincuencia puede considerarse desde una perspectiva social y desde otra jurídica. Desde la jurídico se considera delincuente quien “comete una acción o una omisión contraria a la ley vigente”.

Desde un punto de vista social se puede decir que el delincuente es quien comete “actos dañosos” para con uno mismo, para sus semejantes o para los intereses morales y materiales de la sociedad.

Existen varias teorías que tratan de explicar y en cierto modo predecir la delincuencia haciendo hincapié en sus causas y consecuencias en la sociedad, pero la realidad de los dominicanos urge enfrentar con manos dura a quienes han hecho del robo su modo de vida.

El factor desencadenante de las conductas delictivas es la misma sociedad. Es decir, para acabar con la delincuencia y la criminalidad hay que hacer una reforma social.

La teoría sociológica parte de que el delincuente se hace y no nace, los rasgos constitutivos no son heredados, la experiencia es un factor que juega en contra. Todos los ciudadanos pueden ser o delincuentes sangrientos o personas ejemplares (esto va muy parejo al anarquismo ya que esta ideología sostiene que todos somos iguales y es la circunstancia la que nos modifica).

Atentamente,

Ángel Berto Almonte

El Nacional

La Voz de Todos