Una denuncia
Señor director:
Leyendo lo que plantea Guillermo Moreno sobre el expresidente Leonel Fernández, uno concluye en que hay muchas cosas que deben ser revisadas, y una de ellas es la forma en que se presentan las cosas.
Algunas indelicadezas que denuncia Guillermo Moreno pudieron pasar inadvertidas por el propio presidente Leonel Fernández y ser responsabilidad del equipo que lo acompañó, pero, en verdad, aquí hay que poner en claro muchas cosas.
La Justicia no debe quedarse en la simple suposición, ni es bueno que el expediente se archive. Es bueno que todo quede claro y que nadie se ensañe tampoco contra un expresidente que, entiendo, merece el respeto de sus conciudadanos.
Las obras que dejó Leonel Fernández son para tomarlas en cuenta, además de que ha colaborado a poner en alto el nombre del país en muchos eventos internacionales.
Vamos a aclarar las cosas de modo tal que si el acusado resulta inocente, nadie pueda decir que tiene manchas.
Creo que ha sido el activismo exagerado lo que ha conducido a que se presenten tantas denuncias y a que la gente, ante las denuncias, por lo menos dude.
Leonel Fernández lo que debería hacer es buscar a quienes fueron sus funcionarios y plantearles que ellos tienen que rendir cuentas. Con eso, dejaría satisfecha a la nación y a los ciudadanos sensatos, que son la mayoría.
Pienso que un activo moral y político como es él, no debe dejar que nadie empañe su imagen ni tronche su carrera política. Si él no quiere perjudicar a sus amigos, pagaría con su propio descrédito, y eso no es justo.
Leonel Fernández es un hombre inteligente y es un talento. Es una persona que conoce de Estado y que tiene compromiso con este país.
Quienes no fueron consecuentes, quienes permitieron que sea puesta en duda la idoneidad de una persona como Leonel Fernández, deben pagar por ello.
Pero también, hay quienes se enganchan en cualquier moda, y parece que la moda ahora es lanzar epítetos contra Leonel Fernández, mostrando con ello que nada mejor tienen que hacer.
El presidente Danilo Medina ha mostrado otra vez sensatez y buen tacto al no pelearse con sus compañeros por maledicencias y habladurías.
Atentamente,
Reyna Santiago.
Santo Domingo.