Johnny, hombre de liga

Señor director:

En la clase política dominicana existen ciudadanos ejemplares que han realizado y realizan funciones que al través del tiempo han redundado en beneficio del país. Tal es el caso del ingeniero Johnny Jones, un político prudente, sensato, leal, ligado a las mejores causas del país, y que sopesa cada paso que va a dar..

Su anuncio de que aspirará a secretaría general de la Liga Municipal Dominicana (LMD), posición para la cual parece tener el respaldo del actual incumbente, Amable Aristy Castro, ha sido recibida con simpatía por una sociedad que cada vez recela más de los políticos.

La LMD es una institución que debe tener al frente de su secretaría general, a un funcionario capaz, ecuánime, decente y conciliador, pues todo el mundo sabe los intereses que se mueven alrededor del organismo rector de los municipios dominicanos.

Desde el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Johnny Jones realizó una encomiable labor en beneficio de la gran mayoría de las poblaciones, lo que le da autoridad moral para dirigir una institución que, como la Liga Municipal Dominicana, debe estar al servicio de las comunidades, sin favoritismo ni politiquería.

Al dejar el cargo el señor Amable Aristy Castro -otro ciudadano con condiciones excelentes para servir a los demás- la presencia del ingeniero Johnny Jones en el cargo en forma interina para luego ser confirmado por el Comité Ejecutivo, augura el inicio de una exitosa labor en la conducción de ese organismo estatal.

Esperamos que así sea.

Atentamente,

Víctor A. Mármol

Santo Domingo

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La Amet

Señor director:

Apoyo toda iniciativa para hacer cumplir la ley, pero difiero de la Autoridad Metropolitana de Transporte, Amet, en cuanto a los métodos para lograr que los motoconchistas se ajusten a ella.

La imagen de un coronel repartiendo palos, desacredita al gobierno, desacredita al país, y crea un problema de salud pública, porque quien recibe un golpe de esa magnitud en las costillas, difícilmente pueda seguir siendo sano.

Que hagan cumplir la ley, pero sin abuso. ¿Por qué tienen que hacerlo a palos?

Atentamente,

Rafael Vidal

Santo Domingo