Enhorabuena
Señor director:
Ante el nuevo escándalo sobre nepotismo y corrupción, esta vez en el Congreso Nacional, deberíamos enarbolar al unísono la frase ¡Enhorabuena!
Esto porque dentro de nueve meses habrá elecciones congresuales y municipales para escoger las nuevas autoridades de esas instituciones.
Enhorabuena, para que sustituyamos a todos los congresistas actuales como una sanción moral y como advertencia a los legisladores entrantes. Enhorabuena, para decirles que los vamos a sacar porque no están en capacidad de representarnos en el congreso ni en otra institución.
Enhorabuena, para anunciarles que no nos sentimos animados a respetar las leyes ni la Constitución que ellos evacuan. Enhorabuena, para rechazar y combatir el desorden y el caos institucional que amenazan la salud y la vida de la nación, y para que se castigue como mandan dichas leyes y la Carta Magna a todos sus violadores.
Enhorabuena, para demandarles que se cultive y se practique la equidad, y no el privilegio para unos cuantos a costa de la miseria y el sufrimiento de los demás, especialmente de los más pobres. Enhorabuena, para negar las exoneraciones que está promoviendo un grupo de diputados para comprar vehículos lujosos que rondan los nueve millones, mientras que un raso de la Policía cobra unos 6 mil pesos al mes, y el hospital Taiwán, de Azua, está casi en desuso porque le falta de todo
Enhorabuena, para que los educadores del país asuman este tema como un eje transversal y orienten al estudiantado hacia el rechazo de las enseñanzas negativas que el Congreso y otras instituciones están practicando. La población honesta ya está cansada de sufrir la vergüenza ajena.
Atentamente,
Lic Santiago Martínez
Santo Domingo
***
El PRSC
Señor director:
Nadie, aparte de los dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano y del propio doctor Joaquín Balaguer, tiene la culpa de que ese partido se haya convertido en una entelequia, en un grupúsculo cualquiera.
Esto, porque la gente tiene que saber que fue un partido creado para legalizar la permanencia en el poder de Balaguer y luego sus herederos lo tomaron para negociarlo todo. ¿A quién quieren culpar ahora?
Atentamente,
Santo Domingo