POR: Anulfo Mateo Pérez
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El olvidado Sam Peckinpah

No sé que está sucediendo con la crítica, los canales de TV por cable, los productores y estudios cinematográficos que se han olvidado de realizadores como Sam Peckinpah. Se olvidan de los viejos directores, que hicieron camino al andar a cambio de los que ahora disfrutan del éxito y la fama. Sam Peckinpah fue un estupendo director, y sus filmes y premiaciones lo demuestran así. Al parecer sus obras reposan en los herméticos anaqueles de los estudios cinematográficos, para que no sean conocidas.

Es como si estuviera censurado para las nuevas generaciones. Es una pena la ausencia en pantalla de «Compañeros mortales» (1961), «Duelo en la Alta Sierra», (1962), «Mayor Dundee» y «El gran combate» (1965).
Se han olvidado de «La pandilla salvaje» (1969), «La balada de Cable Hogue» (1970), «Perros de paja» (1971), «Los aristócratas del crimen» (1975), «Convoy» (1978), entre otros formidables filmes.

Con «Duelo en la alta sierra», fue premiado en el Festival Internacional de Cine de Bélgica, donde participó Fellini. La crítica francesa le fue favorable; el Festival Mexicano de Cine la premió como la mejor película extranjera.
Por su calidad fue incorporada en el archivo National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Peckinpah les dio una gran profundidad psicológica a los personajes de sus filmes.

¿Será que las opiniones de los críticos conservadores han logrado finalmente imponer sus criterios sobre la obra de Sam Peckinpah, quienes se atrevieron a colocarle el mote de “Sam el sanguinario”?
No se debe olvidar a Sam Peckinpah, que reformuló en el cine el western clásico, llevándolo a terrenos más crepusculares. Por ello, la crítica más abierta a lo nuevo y a la calidad, siempre destacó el lirismo de su cine.