Opinión

CATALEJO: Homicidios y sociedad

CATALEJO: Homicidios y sociedad

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Las cifras de homicidios en la República Dominicana son aún más alarmantes, si tomamos en cuenta que una parte significativa de ellos no son tales, sino asesinatos, lo que es un agravante no sólo desde el punto de vista legal, sino también en la estructura psicosocial del victimario y de su entorno familiar.

Desde el ámbito de la psiquiatría forense, la emoción tiene una importancia capital, en particular por su aplicación delictual, ya que se la invoca en la psicogénesis de muchos delitos contra las personas.

Primero, debemos tener en cuenta la “emoción fisiológica”, que provoca perturbación de la capacidad de síntesis, inhibición voluntaria y tendencia al automatismo, puede haber amnesia y memoria imprecisa.

Segundo, la “emoción violenta”. Tiene mayor intensidad que la anterior, pero tampoco llega a suprimir la conciencia; la memoria puede presentar trastorno de falta de nitidez, lagunas y conducta impulsiva.

Y tercero, la “emoción patológica”. Produce inconsciencia fugaz, perturba la voluntad, juicio y la inteligencia. Se pierde el control inhibitorio, hay descarga motriz y luego el sujeto se puede tornar depresivo.

Otras condiciones pueden favorecer la relación estímulo-personalidad, como es el caso de la epilepsia, astenia, hiperemotividad, intoxicación por alcohol u otras drogas que pueda consumir el sujeto.

Sobre estos argumentos de la psiquiatría forense se apoya la defensa de los “homicidas”, sujetos por lo general con trastornos de la personalidad, sobre todo de la clasificada como sociopática o antisocial.

Aunque muchos de ellos son inimputables por delinquir bajo el impulso de una enfermedad mental que le aliena, otros tantos son responsables de sus actos y por lo tanto imputables y condenables al ser juzgados.

El Nacional

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