Opinión

Células madre

Células madre

Sorprendido fui hace poco a escasos días para cumplir un mes de su toma de posesión del actual Ministro de Salud, al ser notificado en nuestro consultorio de la Clínica Corazones Unidos para cesar toda práctica de terapia celular (no autorizada) en nuestro establecimiento debidamente habilitado para el ejercicio de la Cirugía Plástica.

La sorpresa fue mayor que la que tuve aquel domingo 12 de Noviembre del 2017 con una noticia reseñada en la prensa local que daba cuenta de que las terapias celulares deberían contar con una autorización del Ministerio de Salud Pública. En ese entonces, y al ser domingo, esperé al lunes siguiente para documentarme sobre los requisitos necesarios para adquirir la información necesaria para obtener dicha autorización, la cual ni se había elaborado, y al sol de hoy no se publica su medalaganario reglamento en la página web de dicho Ministerio.
En lo referente a la Bioestimulación con Plasma Rico en Plaquetas, terapia celular avanzada reconocida científicamente desde el año de 1963 como un aliado esencial para la regeneración local de los tejidos en los cuales es aplicado, fui pionero en el país hace unos 10 años aproximadamente con resultados positivos en regeneración cutánea y capilar en pacientes con envejecimiento y pérdida de pelo.

Valoramos como positivo que se intente regular el ejercicio de la medicina en República Dominicana, donde acuden numerosos “especialistas” bajo el término de Operativo humanitario, a experimentar terapias y entrenar galenos foráneos en técnicas empíricas en cobayos caribeños sin recursos, cual si fueren africanos, sin fiscalización alguna y “gratuitos”, de resultados cuestionables.

En una nación donde se inyecta silicona en salones de belleza y estéticas con resultados y complicaciones catastróficas para aumentar glúteos y otras áreas en medio de la indiferencia gubernamental y gremial, donde hemos exigido la publicación de listados de galenos por especialidad y centros habilitados en la web, nos resulta extraño que se intente confundir el magnesio con la magnesia, mezclando para optar por los mismos requisitos, a una terapia celular avanzada en manos expertas para la aplicación cutánea no invasiva en el consultorio habilitado por un especialista quirúrgico, a un procedimiento invasivo que debe aplicarse en un órgano noble vía cateterismo o mediante ultrasonido en sala de cirugía con complicaciones posibles de manera experimental remunerada, sin protocolo alguno, ante una comisión de Bioética de repente desfasada, que mal conoce la internet, y mucho menos conocedora de los alcances de la Medicina Contemporánea moderna.

A la ligera no debe crearse ningún protocolo que no cuente con la concertación de los expertos nacionales, y a la vez, obviar el avance global de la medicina sin realizar un levantamiento de la literatura científica referente al tema en cuestión de los últimos 20 años bajo el más estricto rigor, sin lesionar el avance de la medicina local, que nos haga pensar de manera errada que se aplica el dicho aquel de que: “Escobilla nueva barre bien”

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación