Opinión

¿Cerradas o abiertas?

¿Cerradas o abiertas?

Las primarias abiertas son el primer paso para una estafa electoral. Fraude completado con el manejo de recursos cuya fuente primaria es el Estado. Las cerradas están apegadas a un mandato legal y constitucional que garantizan su transparencia. La resistencia a esta forma de escogencia de candidatos delata debilidad y miedo a la confortación interna en buena lid.

La rumba abierta para bailes, propugnada por Danilo Medina y secundada por Miguel Vargas -maña fuera-, posibilita la compra de votos y penetración de elementos extraños en las tomas de decisiones a lo interno de los partidos.

Ningún aspirante en capacidad de competir procuraría el desorden y la contaminación que arrastran las primarias abiertas. Los padrones de militantes representan el cuerpo orgánico en los que cada partido y dirigente sustenta su capacidad de movilización y las fuerzas convocantes del voto popular, independiente o no comprometido. El presidente del PLD, Leonel Fernández, se mantiene en favor de las cerradas.

Hipólito Mejía no termina de inclinarse por una de las fórmulas en discusión, a diferencia de Luis Abinader, quien ha sido determinante y preciso en su apoyo y procura de las primarias cerradas, con el padrón de los partidos, previamente sometido ante la Junta Central Electoral (JCE). Además de conciliar con lo institucional, parece estar confiado de sus fuerzas a lo interno del PRM.

Ruta que, en cierto modo, transita el ex presiente Fernández, a riesgo de provocar una crisis cuyos efectos explosivos asoman. La vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, lanzó, no el primer grito de guerra de esta confrontación, pero sí el más notable por oponerse abiertamente a la relección de Medina. Desafiante posición, frontal y de clara procedencia, tratándose de la esposa de Fernández. La ¿Cruzará el Rubicón? Imponer las abiertas sería un duro golpe contra la democracia.

El Nacional

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