La noticia del fallecimiento del presidente Hugo Chávez ha impactado al mundo. El hecho de que más de treinta Jefes de Estado y de Gobierno hayan asistido a sus honras fúnebres es la más clara demostración de la dimensión internacional de su personalidad.

Se pueden tener diferencias o no sobre su mandato, pero lo que no se puede poner en duda fue su solidaridad con República Dominicana, al igual que con otros países latinoamericanos. Gracias a las facilidades de Petrocaribe, la República Dominicana ha podido superar las dificultades de suministro de petróleo en todo momento, además de que ser socios en la Refidomsa.

Venezuela es hoy día el principal acreedor que tiene nuestro país. Estoy convencido de que el gobierno venezolano, tanto con el presidente Nicolás Maduro como quien resulte electo del próximo proceso electoral, mantendrá el mismo nivel de relaciones estrechas que siempre ha existido entre ambas naciones.

Tuve la honra de conocer al presidente Chávez en dos momentos de su vida. El primero fue, en 1983, cuando visité Caracas y tuve la oportunidad de participar en un intercambio deportivo con militares venezolanos entre los cuales estaba el entonces oficial Hugo Chávez. Tengo gratos recuerdos de ese encuentro.

La otra oportunidad fue cuando visitó al país ya como presidente en 2002, en una recepción en el Palacio Nacional. El presidente Hipólito Mejía me presentó ante el presidente Chávez, y ahí le recordé aquel encuentro del año 1983. En esa visita, jugó un partido de softball en el Ministerio de las Fuerzas Armadas.

Chávez fue amigo solidario de República Dominicana. Al margen de las banderías políticas, nuestro país estará agradecido permanentemente de su amistad. Descanse en paz, presidente Chávez.

Es nuestro deber acompañar a Venezuela en este proceso de fortalecimiento de su democracia. El destino venezolano está en las manos de su pueblo.