IQUIQUE, CHILE. AP. Decenas de familias de la modesta comuna Alto Hospicio afectadas por el terremoto que sacudió el martes el norte de Chile sufren fuertes réplicas, nuevas evacuaciones nocturnas y ven cómo los precios de los artículos indispensables se han triplicado.
Las evacuaciones, aunque ordenadas, siguen causando temor. Las últimas dos se registraron de noche y hacia lugares donde no existen comodidades para recibir a los desplazados. Varios niños se extraviaron durante las evacuaciones, pero la mayoría fueron encontrados con la ayuda de la red social Twitter.
El fiscal de Tarapacá, Manuel Guerra, advirtió que la venta de productos a precios desmedidos en medio de una catástrofe constituye un delito penado con hasta 300 días de cárcel, por lo que llamó a denunciar a los especuladores.
Una de las localidades donde más se especula es Alto Hospicio, a la salida de Iquique, donde el primer terremoto causó daños parciales o irreparables a unas 2.000 viviendas sociales, según denunció su alcalde, Ramón Galleguillos.
Luis Aguilera, un obrero de la construcción, denunció a radio Cooperativa que el precio del kilo de pan se triplicó, ubicándose en los seis dólares, y los tres litros de agua embotellada subieron de dos a entre 12 y 14 dólares. Una situación similar se observa con el aceite, la leche y los pañales.
También en Alto Hospicio la televisión estatal mostró imágenes de decenas de casas con los muros agrietados, segundos pisos por cuyos techos se veía el cielo y pedazos de murallas a punto de caerse.
Probablemente terminen de derrumbarse con las réplicas que seguirán sintiéndose tras el terremoto de magnitud 8,2 del martes. Una de ellas, registrada poco antes de la medianoche del miércoles, fue de magnitud 7,6, lo que determinó una evacuación de todas las costas del país.
La medida fue restringiéndose con las horas, hasta que se levantó en la madrugada del jueves. Entre las evacuadas estuvo la presidenta Michelle Bachelet, quien fue trasladada hasta la oficina regional de emergencia de Arica, 2.100 kilómetros al norte de Santiago.
El subdirector del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, señaló que se están produciendo cerca de 10 réplicas importantes por hora y que no se descartan réplicas similares a la del miércoles por la noche.
Alto Hospicio está aislada de Iquique por derrumbes en la carretera que comunica ambas ciudades, cada una con unos 100.000 habitantes, y trasladarse a pie entre ambos sitios toma unas cuatro horas. En Arica, 300 kilómetros al norte, los precios no han subido, exceptuados los de algunos servicios de taxis, pero continúan los cortes de energía eléctrica.
En Iquique, 1.800 kilómetros al norte de Santiago, donde los más perjudicados fueron los pescadores artesanales que perdieron sus botes tras el tsunami que siguió al primer terremoto, siguen apareciendo zonas dañadas como Chipana, donde hay barriadas con extendidos daños en sus viviendas.
Aún falta llegar a decenas de poblaciones del extremo norte, ubicadas hacia la cordillera. Una de ellas es Huara, donde se desplomaron unas 70 casas de adobe, y otra es Camarones, que sigue aislada por los derrumbes en carreteras, por lo que Bachelet se desplazó hacia allí en helicóptero. Sin embargo, los grandes edificios, carreteras y puentes siguen intactos, pese al fuerte remezón que han experimentado con casi 200 réplicas en un día y medio.
El ministro de Agricultura, Carlos Furche, decretó la zona de emergencia agrícola en algunas regiones como el Valle de Azapa, donde se destruyeron obras de regadío y terrazas agrícolas. La declaración de emergencia permite entregar ayudas directas.