Mauricio Báez: Paradigma

1.- Hace 46 años y algunos días (cinco para ser exactos), el club Mauricio Báez asumió un compromiso con la gente de la barriada de Villa Juana. Era apenas un gran solar y un grupo de jóvenes, quizás no tan consciente de la responsabilidad que estaba contrayendo, pero sí con el firme propósito de servir a la gente, a su comunidad.

2.- El ejercicio del deber y la satisfacción de sentir el respaldo y calor humano de los moradores del populoso sector; ver crecer su barriada en un ambiente sano, fueron contribuyendo a que aquel compromiso se convirtiera en matrimonio indisoluble.

3.- Y así, a través del tiempo, aquel club que nació como una alternativa deportivo-cultural, se fue transformando en lo que es hoy: una institución. Porque el Mauricio Báez no es solo el baloncesto (con sus cinco coronas en la categoría superior y muchas otras en los demás niveles), Ciclismo, ( con los logros de sus pedalistas a nivel individual o como entidad) y otros deportes; no es solo Educación (con su escuela de 40 años recién cumplidos, o su liceo); Salud (con sus muchos años de atenciones médicas a través de su dispensario) o Centro Cultural, gran instalación que integra además de la escuela, liceo, gran biblioteca, sala de internet, cine, auditorio, etc.

4.- El club Mauricio Báez es como la gran madre o padre de la comunidad a quien todos sus hijos acuden a buscar soluciones a muchos de sus problemas, a llevar sus inquietudes para mejorar el barrio, a prestar su colaboración, a disfrutar de sana recreación y de los tantos beneficios que ofrecen los deportes, la educación, cultura, salud y un grupo de hombres y mujeres templados en la fragua de la solidaridad y el amor a los demás.

5.- Así que permítanme omitir los nombres de tantas personas que desde sus primeros días de fundado, hace 46 años, dejaron impregnadas con trabajo y dedicación sus huellas en las paredes del club, y los de aquellos que aún hoy sostienen bien en alto la bandera de los principios que hacen del Mauricio Báez, entidad apartidista, democrática, ejemplo para la sociedad, y expresarle la más sincera de las felicitaciones.

¡Salve, mauricianos!