SANTIAGO. El abogado Julián Serulle reclamó anoche al gobierno actuar con transparencia enarbolando la bandera de la honestidad y la justicia, al tiempo de señalar que un presidente no debe dejarse arrastrar por el sentimentalismo ni por el amiguismo para tener un buen gabinete.
No, debe buscar los mejores hombres y mujeres del pueblo, reconocidos como ejemplo de moralidad y con capacidad de poner en marcha, el bienestar del propio pueblo y manejar bien los recursos del Estado.
Al pronunciar la conferencia Ética y Política en el Gran Teatro del Cibao, casi a casa llena, el jurista dijo que un gobierno debe servir para dignificar la vida de los ciudadanos.
Su verdadera función es la de dirigir políticamente a un país, y debe hacerlo de forma correcta, y vigilar porque cada hombre y cada mujer que lo integren reúnan la calidad moral y la capacidad necesaria, bajo el principio de que en su condición de administradores están llamados a ser honestos, indicó.
Al resaltar el papel de un gobierno no corrupto, Serulle dijo que las reformas sociales, sobre todo si son profundas, no pueden llevarse a cabo desde la corrupción, con funcionarios corruptos, pues las reformas sociales son, por naturaleza, opuestas a los privilegios, y donde hay corrupción hay privilegios.
Siendo así, tenemos dos caminos por delante: o dejamos que se desarrolle la corrupción y nos olvidamos de las reformas profundas, o expulsamos del Estado a los corruptos, pues con ellos dentro, repito, es difícil lograr reformas profundas, aseguró.
Citó al profesor Juan Bosch de quien dijo muchos de sus discípulos lo han olvidado: Los peledeístas no vivimos de la política ni aspiramos a vivir de ella.