NUEVA YORK. AP. Kim Clijsters hizo historia el domingo en su regreso tras dos años fuera del tenis para convertirse en la primera jugadora no preclasificada que gana el Abierto de Estados Unidos -y en la primera madre que gana un torneo major desde 1980- al derrotar 7-5 y 6-3 a la novena favorita, la danesa Caroline Wozniacki.
Al terminar el enfrentamiento, Clijsters cayó de rodillas y comenzó a llorar. Lágrimas de júbilo, probablemente mezcladas también con un poco de conmoción. Su hija de 18 meses, Jada, estaba en una suite con un chupón en la boca pero luego fue llevada a la cancha para estar en la celebración.
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La escena del domingo fue muy diferente a la sábado, cuando la victoria de Clijsters en la semifinal sobre Serena Williams fue decidida por un punto de castigo. La jugadora belga, de 26 años, estaba en la línea del fondo mientras veía desconcertada que Williams corría para estrecharle la mano.