La generación aumenta, pero los apagones continúan. Si se trata de una ecuación lo que indica es que la capacidad instalada no es, en última instancia, lo que determina el suministro de electricidad. Los nuevos administradores de las Edes podrán ser magos, pero si a las generadoras no les pagan, que se despidan, porque no habrá energía eléctrica. El otro gran problema que enfrentan las autoridades es el elevadísimo costo que tiene la generación, a tal punto que en ocasiones se tiene convenientemente que dar apagones para economizar unos millones de dólares. Es otra de las razones que explican el porqué con una generación que en las últimas horas alcanzaba los 1,679 megavatios había una buena tanda de apagones. El vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini, se ha concentrado en los cobros, que en honor a la verdad sólo son parte del problema. Cuando la generación se desploma se debe mayormente a otro tipo de apagón: el de las plantas: Siempre por razones financieras. De manera que si no hay recursos, se estará sometido permanentemente a la pesadilla de los tediosos apagones.